sábado, 19 de marzo de 2011

Nada es lo que parece, ¿o si?



Titulo: Nada es lo que parece, ¿o sí?
Pareja: MinSu
Extensión: Drable
Advertencias: contradicción de valores
Clasificación: +13
Autor: Kiimiko



Es cierto que me gusta mi trabajo, jamás me he quejado, pero es moralmente incorrecto…aunque, ¿qué es la moral?, es solo una invención de la sociedad para hacernos creer y hacer lo que todos creen, es un pensamiento colectivo pero yo no soy del montón por lo que lógicamente mi trabajo no es del todo incorrecto


-Junsu- sentí que me llamaba mi compañero haciéndome alejar esos únicos pensamientos


-¿qué ocurre Minn?- Shim Changmin, el fue, es y será mi mejor amigo, estamos juntos desde que tengo memoria, siempre jugábamos juntos, él fue el que más me ayudo cuando mi mellizo murió, recuerdo que estaba destrozado y conocí a Changmin, el me recordó que había otro mundo allí afuera, es alguien importante...pero ya es solo un muchacho algo más pequeño que yo, solo en edad porque en altura es una jirafa


-¿de nuevo estas pensando?- aunque también es un tipo muy molestoso, sobre todo conmigo pero así es nuestra relación de amistad, única y extraña, mas única que extraña jajaja


-si…estaba pensando en lo que es la moral- soltó una carcajada sarcástica y me palmeo la espalda, así era nuestra relación…nada de “te quiero” o “amigos para siempre”, esas babosadas son para pendejos, niños chicos, nosotros solo somos Changmin y Junsu, solo eso, nada de Hyuung ni de Donsaeng, somos iguales, somos nosotros, ambos, siempre ambos


-ya moralista, tenemos trabajo- me puse mi abrigo con una peluca rojiza y mis lentes de sol, para lo que yo hago es necesario que nadie me reconozca, Minn, el se pone un gorro, una bufanda y listo jajaja, ambos tomamos nuestras armas ya cargadas y las guardamos cada una en su lugar, porque si, ambos somos lo que somos, nada más, nada menos


Esto comenzó hace unos años, ambos, ¿se fijan que siempre digo ambos?, ambos, eso, somos ambos, nunca es uno solo, puede que nuestra dependencia del otro llegue a ser hasta enfermiza, pero dentro de lo enfermizo, esta la locura y dentro de la locura esta lo lógico por lo que nuestra relación de dependencia es tan enfermiza mente lógica que bordea la locura. como iba diciendo, ambos estábamos frustrados con el mundo, de hecho no era que estuviéramos frustrados con el mundo, era que el mundo se encargaba de hacernos frustrar con el…¿me entienden?, bueno no importa, la cosa es que no encontrábamos algún propósito, alguna meta impuesta por nosotros mismos, no por los demás, yo…yo no quería estudiar porque los demás decían que tenía que estudiar, ¿Quiénes eran ellos para decirme lo que tengo que hacer?, ¿Quién dijo que si no estudio no soy nadie para la sociedad?, soy un inculto, la cultura no se aprende solo en el colegio, esto me lo enseño mi Hyuung, Yunho, mi ahora jefe, el llego un día, no recuerdo muy bien cómo fue que nos conocimos, solo recuerdo que en un momento el me hablo de un trabajo muy bueno, no me dijo de que se trataba concretamente, primero  lo adorno con flores y mariposas para que no me fuera a asustar, una vez que acepte me explico, no me pareció mal y se lo dije a Yunho el cual se mostró muy complacido al saber mi respuesta. Luego de obtener un trabajo fui a hablar con Choikang, pobre chico, cuando lo encontré; hace unos días que no nos veíamos; estaba tirado de borracho, lo tuve que llevar a mi casa, esa fue la primera vez que me follo, perdón, fea palabra, esa fue la primera vez que “me hizo suyo” jajaja, no fue desagradable, nada cambio, éramos los mismos de antes, ahora éramos asesinos profesionales y amigos con derecho a roce.


Nos encontrábamos rumbo a la torre de Tokio, hoy nos tocaba matar a dos hombres, un doctor de no más de 25 años, Min...Minho creo que se llamaba, pobre, el muy desgraciado se gano el odio del “líder” como le decíamos a Yunho, quizá que hizo, bueno en realidad a mi me importa un bledo a quien deba matar, mientras tenga el dinero en mis manos, es suficiente para mi


-pobre infeliz- dije mientras posicionaba mi arma y ponía en la mira mi objetivo, mi dedo se poso delicadamente sobre el gatillo y salió la bala, basto solo un roce, ningún sonido, ningún movimiento en falso, luego llego el sonido de los gritos asustados de la gente, era común para nosotros, pero nadie siquiera podía suponer que habíamos sido nosotros y aquel hombre yacía muerto, ni lo había observado, pero mis certeros tiros no fallaban jamás


-buen tiro- era turno de Minn, camino hacia el otro extremo de la torre y se agacho, saco su arma, la posiciono y de un momento a otro se sintió una mujer gritar


-eres muy rápido para estas cosas Max- ambos guardamos nuestras cosas


-no solo para esto- nuestra mirada fue cómplice, porque aunque estuviéramos solos nunca seriamos nosotros mismos hasta llegar a nuestro hogar. Proseguí a informar del éxito de nuestra misión, una vez estuvo todo listo nos dirigimos a nuestra casa, si, vivimos juntos, al llegar al departamento tiramos nuestras cosas por allí, yo me disponía a ir a mi cuarto pero sentí una mano en mi cintura


-mmm...…tu no dormirás hoy- me beso salvajemente, sonreí, respondí a ese beso con la misma intensidad, porque aunque éramos amigos con derecho a rose, aunque podíamos matar sin importar lo que había hecho la persona, aunque para los ojos de los demás éramos dos personas sin sentimientos, la verdad es que cuando estábamos el uno con el otro nos volvíamos dos personas completamente diferentes, como dos trozos de algodón, yo era su Susu y el era mi Minnie, el era amable conmigo, me amaba, me acariciaba, me cuidaba y yo hacía lo mismo por él, porque


Nada es lo que parece, ¿o sí?



                                                  Fin

es algo corto, pero
lo escribi porque todos los otros
son muy cursis, este es algo
mas moderado ^^

viernes, 18 de marzo de 2011

¿rojo pálido? 2



Capitulo 2: mi final perfecto

Comenzó a llover, primero era unas pocas gotas que fueron aumentando de intensidad hasta llegar a una lluvia fuerte, debo encontrar a mi delfín, aunque quede todo empapado. Me dispuse a recorrer todos los lugares a los que el iría la plaza, la tienda de juegos, el gimnasio, la fuente, la tienda de dulces y por ultimo el muelle, pero no se encontraba en ninguno de esos lugares y yo ya estaba empapado hasta la medula. Quizá ya se fue a la casa y yo como tonto aquí buscándole, me dirigí, algo desesperado, hacia el departamento esperando encontrarlo allí, subí al ascensor, no se porque pero sentí que se demoro una eternidad, llegando al ultimo piso baje y abrí la puerta de nuestro hogar, apenas entre fui asfixiado por un abrazo de Jae


-estaba tan preocupado por mi palote con orejas- su instinto protector hace que a veces lo vea como una madre, aunque sean muy pocas


-deberían avisarnos cuando van a salir- me reprocho Yunho con preocupación, cuando mi Omma me soltó me interne en la casa y dirigí hacia mi cuarto, una vez que me cambie ropa, bastante rápido ya que aun no veía a Junsu, volví a la entrada de la casa donde aun seguían Yunho y Yoochun


-a todo esto, me falta una persona- observo Micky, ¿Cómo que una persona? ¿Es que Junsu no había llegado ya?


-si, Changmin ¿Dónde esta Junsu?- maldición, o sea que el aun no viene, y si le paso algo, o si alguien se lo llevo…tome mi chaqueta me puse mis zapatos y Salí corriendo rumbo a cualquier lado, afortunadamente llevaba mi billetera y mi celular, tome este ultimo y marque el numero de Junho, el hermano de Junsu, sonó unas cuantas veces el tono hasta que una voz contesto


-¿alo?-


-Junho, hola-


-a Changmin. Hola tan…- no lo deje terminar ya que estaba bastante preocupado por Junsu


-por casualidad ¿Junsu no esta contigo?- pregunte 


-no, de hecho llamo hace poco diciéndome que iba a la costa a hacer no se que- carajo, y si hace alguna locura, no es que me crea muy importante como para causarle una depresión a mi amigo pero hace un tiempo que lo veo decaído, y si lo que le dije fue el gatillo para alguna decisión desesperada


-gracias nos vemos- y sin mas corte, tome el primer taxi que vislumbre con dirección al puerto, una vez allí le pague sin esperar el vuelto. Baje a la costa y recorrí hasta que llegue a unas rocas, allí te vislumbre sentado bajo la lluvia, tu rostro pálido, tus labios sin ese tono carmesí y tus ojos perdidos en cualquier parte.


-¡Junsu!- te grite con todas mis fuerzas, me miraste y tus labios se curvaron en un intento de sonrisa, estar tanto tiempo bajo la lluvia te había hecho muy mal, mas el hecho de que no habías comido bien hace dos semanas, me acerque a ti y te tome en brazos ya que ni levantarte podías. No te puedo llevar al departamento porque los chicos se preocuparían, mejor te llevo a un hotel por lo menos hasta que te vuelva el color al rostro, te tome como si de una princesa se tratase e hice parar un taxi, nos dirigimos al hotel mas cercano y pedí una habitación, no podría dejarte solo. Al entrar al cuarto lo primero que iba a hacer era dejarlo sobre la cama pero recordé que ambos estábamos todos empapados, así que tendría que…sacarle la ropa, lo puse en el taburete que estaba a uno de los costados de la cama y empecé por arriba, primero el jockey, el chaleco y la camisa, luego por abajo, las zapatillas, los calcetines, los pantalones y por ultimo…los boxers, lo tome y lo recosté con cuidado en la cama, mis manos temblaban y no precisamente por el frío, tome la sabana y la coloque sobre tu cuerpo. Me quite yo la ropa y la deje toda en un canasto que había en el baño, me dirigí al closet y saque una toalla para cubrir mi desnudez, la amarre a la cintura y llame a recepción para que viniera el botones a buscar nuestras ropas, pasaron unos minutos y se sintieron unos golpes en la puerta, Junsu seguía dormido, ni se inmuto al sentir la puerta, me dirigí y abrí, el chico me quedo mirando boquiabierto, será porque me había reconocido o por la condición en la que me encontraba, en realidad en ese momento no me importaba, tome el canasto y se lo entregue


-quiero todo limpio y seco para mañana temprano- le digo con autoridad


-si señor- respondió aquel joven con un susurro, me dio una ultima mirada de arriba abajo y se alejo, cierro la puerta y me acerco a la cama en la cual reposas tranquilamente. Uno que otro haz de luz se cuela por las cortinas dejándome ver tu perfecta silueta, me acerco un poco mas y te observo, el color ya volvió a tu cuerpo al igual que a tus labios, te miro mas detenidamente, la sabana blanca sobre tu piel desnuda contrasta perfectamente además de no dejar nada a la imaginación, cosa que esta empezando a afectar mi hombría y mi cordura.


Se que estas enfermo, no, pero se que estas algo débil y no debería estar sintiendo ese calor en mi vientre bajo. Entonces mi mirada sube a tu rostro, tus ojos cerrados, el ritmo de tu respiración es pausado y tus labios, esos labios que tantas veces he querido probar, están ahora de un tono carmesí y entreabiertos, invitándome a lo prohibido. Mientras mas me acerco a ti, mas se hace añicos mi sentido común, no debo, me repetía mil veces eso en mi cabeza y aun así necesitaba sentir el roce de tu piel con la mía.


Me senté en la cama y me puse a horcajadas tuyo posicionando mis manos a ambos costados de tu cabeza, definitivamente ya no puedo controlarme mas, me acerque parsimoniosamente a ti hasta que mis labios se encontraron con los tuyos, abriste tus ojos de golpe y sentí tu cuerpo tensarse bajo el mío, no me importo, yo disfrutaba del rose que tantas veces soñé con sentir. Me di cuenta de lo que estaba haciendo y me dispuse a alejarme pero algo alrededor de mi cuello me lo impidió, eran tus brazos que me retenían prisionero, acercaste mas mi rostro al tuyo y correspondiste mi beso, con calma, me entregue a ese pecado que me imponía tu boca, comencé masajeado tus labios hasta que nos separamos por falta de aire, me miraste a los ojos por una fracción de segundo y esta vez tu me besaste, el beso se hacia cada vez mas salvaje, mordí tu labio inferior haciendo que jadearas, me aproveche de aquello e introduje mi lengua recorriendo cada rincón de tu cavidad con desesperación, aquellos músculos rosados se necesitaban entre si, comenzó una lucha por el control cosa que ninguno de los dos quería ceder hasta que nos separamos, seguía hambriento de ti pero no me era suficiente el sabor de tu boca, quería el sabor de todo tu cuerpo por lo que sin perder tiempo me apodere de tu cuello, comencé delicadamente lamiendo cada parte que me era posible, subí a tu rostro y bese tu frente para que te relajaras pues sentí el miedo que acogiste al sentir mi acción, regrese a tu cuello pero esta vez continúe con pequeñas mordidas haciendo que soltaras casi inaudibles suspiros, la ultima mordida, en el lugar donde estaba tu clavícula, fue algo mas fuerte pero sin llegar a dañarte, lo mas probable es que dejara una marca roja que al otro día se vería de un color púrpura oscuro, pero eso seria prueba de que eres solo mío, seguí con mis mimos, mis manos acariciaban tus brazos y tu torso sin pudor alguno, incluso puede que hasta descaradamente hasta que llegue a tu estrecha cintura, allí fue donde maldije la sabana, me molestaba en ese momento, la saque bruscamente haciendo que tus mejillas se tornaran de un rojo intenso, intentaste taparte con tus manos pero las ataje antes de que pudiera y las lleve una a cada lado de tu cabeza, te bese, solo un roce y proseguí a lamer esos pequeños botones rosas que me pedían a gritos que los atendiera, tus suspiros no se hicieron esperar hasta que mordí uno de ellos, tus antes suspiros se convirtieron en pequeños gemidos, cada uno me hacia querer escuchar mas, quería escuchar mi nombre en ellos. Solté tus manos para acariciar tu cintura, baje hasta tu vientre comencé a jugar con tu ombligo, te removiste por las sensaciones que te hacia sentir, baje un poco mas y delinee tu cintura con mi lengua, tus ojos observaban atentamente todo lo que hacia y de vez en cuando se cerraban por el placer, una de mis manos recorrió tu suave pierna, subí y te bese con un deseo desenfrenado por conocer de memoria tu boca, nuestras lenguas se recorrían hambrientas una de la otra, en tan poco tiempo me había acostumbrado a tu roce.


Sentí una de tus manos acariciar mi torso y llegar a mi cintura, desamarraste la toalla y la dejaste lejos, me aleje de ti y me contemplaste, tu sonrojo se hizo mas notorio, sin pensarlo acaricie tu mejilla con cariño, te veías tan lindo así. Acercaste tu boca a mi oído y lo mordiste descaradamente, mi boca soltó un gemido que intente reprimir, ¿Cómo sabias cual era mi punto débil?, ¿tan bien me conocías? , lleve mi mano a tu entrepierna mientras mi boca se encargaba de seguir estimulando esas cerezas tan deliciosas, te masturbaba con un ritmo lento y tortuoso, quería escucharte pedir por mas, quería escuchar tus suspiros, tus gemidos, quería todo de ti


-Minn…m…más ra…pido- dijiste entrecortadamente, lo hice con gusto, mis movimientos sobre tu hombría se hacían cada vez más rápidos y mi mano apretaba un poco más fuerte, escuchaba tus deliciosos gemidos que eran como música para mis oídos


-Minnie…me voy...¡¡ha!!- ya lo sabia, estaba cerca tu final, las pequeñas gotas de pre-semen caían en mi mano mientras yo hacia cada vez mas rápido mis movimientos, tu cuerpo temblaba con los espasmos del orgasmo que no tardo en llegar y te viniste en mi mano, lamí y tragué tu esencia bajo tu atenta mirada.


Tu rostro estaba sonrojado y tus labios entreabiertos intentando captar el aire que te hacia falta, volví a tu rostro y me apodere de tus labios con necesidad pero, en un movimiento rápido te posicionaste sobre mi, quedando mi cuerpo a tu merced, sentí tu tibia lengua en mi pecho, delineaste cada uno de mis músculos y rozaste mis pezones haciéndome jadear, te entretuviste en mis músculos un rato, conociéndome, acariciándome y memorizando cada parte que tu lengua rozaba


Llegaste hasta mis caderas y tu mirada se poso sobre mi, abrí un poco mis piernas dándote a entender lo que tanto tiempo había ansiado, bajaste hasta mi erecto miembro y lo engulliste enseguida, solté un gemido ronco, se sentía tan calido, era una sensación exquisita, comenzaste lentamente haciéndome desear que fueras mas rápido, una de mis manos se poso sobre tu nuca para hacerte seguir un ritmo determinado, pero en vez de eso lo sacaste y pasaste ese rosado músculo por toda la extensión de mi erecto miembro, sentía que iba a desfallecer, soplaste haciendo que una corriente eléctrica recorriera mi espina dorsal. Pusiste tu boca sobre la punta y diste pequeñas succiones, la ultima fue mas pronunciada entonces sentí que, como siguieras así me vendría en tu boca y no quería eso, te tome por los hombros haciendo que te acercaras a mi rostro y te bese con deseo, esta vez yo tenia el control quedando encima tuyo, lleve tres de mis dedos a tu boca, los lamiste con tanta dedicación como si se tratara de mi entrepierna, era tan sensual que me hacia desearte aun mas, si es que era posible, una vez bien lubricados los lleve a tu entrada, introduje el primero siendo succionado enseguida, comencé con pequeños círculos, una vez listo metí el segundo al cual no demoro en seguirlo el tercero, comencé a envestirte con mi mano


-ha…Chang…min…te…te necesito…¡ya maldita sea!- si tu querías, no tenia porque negarme, saque los dedos y me posiciones entre tus piernas, introduje mi miembro de una estocada haciendo que tu garganta soltara un gritillo ahogado y una lagrima dejara tu ojo, me acerqué a tu oreja para susurrarte palabras de amor y así te relajaras, te abrazaste a mi espalda y rodeaste mi cintura con tus piernas haciendo que mi miembro se introdujera mas en el fondo, eso me hizo delirar comencé con los movimientos, lento para no dañarte 


-mas…ha Minn…mas rápido- mis estocadas se hacían mas profundas y certeras, de verdad se sentía como el paraíso, tu miembro prisionero entre nuestros cuerpo estaba mas que erecto de nuevo, sentí como tus paredes se contrajeron deliciosamente aprisionando mi hombría, te viniste entre nuestros vientres, unas tres estocadas mas y derrame mi semilla en tu interior. Caí rendido sobre tu cuerpo, sin aplastarte, Salí de tu interior y te recosté junto a mi en la cama, nuestros cuerpos sudorosos hacían que la sabana se nos pegara al cuerpo, te acurrucaste en mi pecho y caíste dormido con una sonrisa en tus labios, bese tu frente y me quede dormido


Sentía mi cuerpo pesado, aunque el sueño que tuve fue el mas maravilloso de todos, aunque fue uno de esos sueño mojados, creo que dejare de ver porno, me moví para recostarme bien y sentí un peso al lado mío, no estaba solo, me gire y encontré tu rostro sereno, ¡entonces no fue un sueño!, o por dios, será que…de verdad también me amas. Sentí tocar a la puerta sacándome de mis cavilaciones, me pare con cuidado de no despertarte, me levante y tome la toalla que habías tirado anoche, la coloque alrededor de mi cintura y la amarre, me acerque a la puerta y al abrirla vi al botones que había venido anoche


-aquí se encuentra su ropa, señor- dijo con un montón de ropa en los brazos, me la entrego dio media vuelta y se retiro, tome todo y lo deje a un lado de Junsu, cerré la puerta antes claro, tome mi ropa y me dirigí al baño, me di una ducha tibia y reparadora.
Salí del baño y te mire, restregaste tus ojos con tus manos de una forma infantil, tu mirada se poso sobre mi y te sonrojaste, te paraste, resbalando la sabana por tu cuerpo y te acercaste a mi, desnudo, me abrazaste


-hola- dijiste para luego besar mi mejilla


-hola, ve a bañarte- le dije, aun no se que es lo que realmente siente el por mi, tomo su ropa y se interno en el baño, sentí la ducha, mientras te duchabas tome mi celular y lo prendí, en la pantalla aparecieron treinta llamadas perdidas de cada uno de los miembros y cuarenta y cinco mensajes de Jae, deben estar muy preocupados, Junsu salio de la ducha ya vestido, lo tome de la mano y lo atraje hacia mi besándolo, de sus labios salio una risita como de colegiala enamorada


-Junsu…te amo- se abrazo mas a mi y sonrío, me dio una gran sonrisa, de esas que hace tiempo no veía


-yo también te amo- me sentí tan feliz, creía que mi corazón iba a explotar de la felicidad, los besos se fueron haciendo cada vez mas intensos hasta que llegamos al borde de la cama


-ya, ya, ya Minn- me hizo separarme de el y me dio un besito corto


-pero…- no me dejo terminar, me beso otra vez y salio del cuarto, lo seguí y bajamos rumbo a recepción, pagué rápidamente con una de mis tarjetas.


Ya afuera del hotel tomamos un taxi, llegado el momento lo tome de la mano, el taxista ni se inmuto, mejor así.


Entramos al hotel, cada uno por su lado para no levantar sospechas, en el ascensor nos dimos besitos cortos, al llegar arriba entramos al departamento, los tres se nos abrazaron al cuello


-estaba tan preocupado por mis pequeños- nos dijo Jae mientras nos abrazaba cada vez mas fuerte


-deben avisarnos cuando salgan- nos reprocho Yunho con algo de enojo en su voz


-ya, si estamos aquí sanos y salvos- intente que nos soltaran pero solo nos asfixiaron aun mas


-si…súper sanos- Junsu me miro con una perversa sonrisa en su rostro y yo solo le mire con deseo


Cuando ya nos soltaron, ambos nos dirigimos a nuestro cuarto…puede que esta noche hagamos algo de ruido pero Jae, Yunho y Yoochun saldrían hoy, puede que molestemos un poco a los vecino pero…que importa


-Junsu- lo llame


-¿si Minn?- apoyo su cabeza sobre mi hombro


-de esta noche no pasas- su estrepitosa risa resonó por el cuarto


-eso debiste decirlo anoche, ¿no?- me beso en la mejilla


-te lo digo de nuevo porque hoy…jugaremos un poco- sin mas lo tome por la cintura y lo recosté en mi cama, ¿Quién podría siquiera imaginar que ocurría esto?... Nadie porque nuestro amor es único y extraño


Definitivamente yo…amo a Junsu y el…por fin me ama 


 FIN


                                                 

jueves, 17 de marzo de 2011

¿rojo pálido? 1


Capitulo 1: tu…solo tu

Le observo, el nunca se da cuenta. Me encanta ver sus facciones perfectas, su delicada nariz, su perfecta quijada y sus carnosos labios, cuando das vuelta tu rostro y miras en mi dirección, veo una sonrisa, intento hacerme el desentendido para que no descubras mi bizarra adicción hacia ti, pero lo único que consigo es hacer una mueca que hace que tu risa se oiga por toda la sala de ensayos.


Aun recuerdo aquel día, cuando descubriste al líder y a Jae besándose en la cocina, llegaste hacia mí con tus ojos llorosos y tu alegría característica tampoco se encontraba presente


-en el fondo…sabia que esto estaba pasando- dijiste con una sonrisa de resignación y luego te abrasaste a mi pecho, fue entonces que descubrí que te gustaba Yunho aunque en ese momento no me diera cuenta, unos días después descubrí mis sentimientos por ti. Mi forma de verte ya no era la misma, la de ver al líder tampoco, no era que lo culpara de que la persona que ocupaba tu corazón no fuera yo…si no el.


Aun sabiendo todo aquello, no puedo parar de observarte, también me he dado cuenta de que de vez en cuando me observas, es un juego de miradas del cual ninguno de los dos sabe la razón.


Junsu y yo nos encontramos jugando play en la sala mientras Yoochun escribe canciones en su “oficina”, Yunho esta e la cocina con Jae haciendo quizá quien sabe que cosas. Aun me preocupa un poco Junsu, saber que la persona que ama esta con otra y además no poder decir nada por temor a la reacción que pueda tomar, en realidad se como se siente, es verdad que la persona que amo no esta con nadie pero aun así duele saber que la persona que ama no aprovecha su cariño.


-Minn, Minn- siento que me llama, no me había dado cuenta cuando se acabo la partida, obviamente el me había ganado nuevamente


-me ganaste, no me gusta este juego, estoy seguro de que esta arreglado- me miro primero con desconcierto y luego su risa única se extendió por toda la sala haciendo que yo me riera también, eso es lo que quería, verlo alegre, sin preocupaciones. En eso apresen Jae con Yunho de la mano y se sientan en el sillón detrás de nosotros, yo y Junsu estábamos sentados en la alfombra, los mire de reojo y se besaban sin pudor, mire a Junsu que ponía play al juego, sus ojos se encontraron con los míos y sonrío, una sonrisa con felicidad, se acerco a mi quedando su boca sobre mi oído


-se ven bien juntos, ¿no?- dijo haciendo que un escalofrío recorriera mi espina dorsal, se alejo suavemente, me dio una sonrisa cómplice y devolvió la mirada a nuestro juego, era uno de carreras, por ahora íbamos empatados, es cierto, soy muy competitivo y odio perder pero, por ver feliz a Junsu perdería mil veces, aunque eso no significa que me baya a dejar perder ahora.


Cuando terminamos el juego, 12 a favor y 10 en contra, obviamente le gane jajaja, nos pusimos a comer ya que Jae había cocinado algo especial para hoy, era su aniversario con Yunho, nosotros le insistimos en que debían pasarlo ellos dos solo pero ambos se negaron


-waaa Jae, esto esta delicioso- dijo Junsu con la boca llena como siempre


-¡he! ¿Y yo que?, también ayude- reprocho el líder con una cara de falso enojo


-tu mas que ayudar…desayudaste- dijo el mas torpe de mis Hyungs, porque Junsu si que era un caso perdido, por muchas indirectas que le lances, y una que otra directa, jamás se da cuenta de nada, o sea, con el ahí que tirarle una directa bien directa para que se de cuenta de algo


- pero que malo eres conmigo Jun-Chan- le molesto el líder, la verdad es que me da algo de rabia que lo trate de esa manera, si no lo quiere ¿Por qué lo trata tan cariñosamente?, no es que deba alejarse del ni mucho menos, pero que no le acaricie el rostro, que no le bese la mejilla, simplemente que no tenga contacto físico, OK, me volví vieja celosa, lo acepto estoy siendo algo irracional, pero sigue molestándome esa actitud suya.


-que les parece si salimos a comprar- Jae siempre con su adicción a las compras, sinceramente odio ir a comprar con el, es un suplicio, te hace llevar las bolsas, ver si le queda algo, probarse mil cosas para al final decir “no me gusto nada, vamos a otra tienda”, en esos momentos, me doy cuenta de que le afecto tener puras hermanas


-yo no voy- dijo Junsu casi desesperado, porque el odia salir de compras al igual que yo y Yunho, a los únicos que les gusta eso es a Yoochun y a Jae, cuando van son como dos chicas compradoras compulsivas solteras con dinero y sobradas de tiempo


-yo tampoco voy- dije mientras terminaba de devorar mi plato, porque yo no como, devoro.


-yo…- el líder n alcanzo a terminar ya que la dura mirada de su Boo estaba sobre el


-yo obviamente voy- continuo el líder con una sonrisa forzada en sus labios, pobre, en estos momentos le compadezco, el tener que ir con Jae es como estar en el infierno


-yo también voy- Yoochun, ahora compadezco mas al líder ir con Chunnie es como ir con tres Jaes juntos


-entonces vamos- los tres se pararon de la mesa se arreglaron y salieron, no sin antes darnos las típicas recomendaciones de madre “no le habrán a nadie”, “no salgan solos”, “tengan cuidado”, en ese momento me sentí como un niño pequeño, pero lo que mas me sorprendí fue lo que dijo Yunho “no se les ocurra hacer nada sucio, y si lo hacen, no dejen evidencias”, ese tipo si que es un pervertido, Junsu y yo nos miramos con asco cuando ya se fueron, no por la idea de ambos teniendo relaciones, si no por la idea de “Omma” y “Appa” haciendo esas cosa, imagínate si lo hicieron en el sofá, o en la cocina, o…en la mesa


-que asco- Junsu se paro alejándose de la mesa como si estuviera poblada de bichos, yo hice lo mismo


-son un par de pervertidos- el solo río por lo bajo y comenzó a retirar las cosas de la mesa, con mucho cuidado de no tocar la mesa, eso me hizo gracia haciéndome soltar una pequeña carcajada


-¿de que te ríes?- pregunto mi delfín cuando volvía para buscar más platos


-de nada, de nada, ¿te ayudo?- pregunte con la sonrisa aun en mi rostro


-claro, pero quiero saber de que te ríes- me dijo con un lindo puchero en sus labios, ¿sabrá que con esa cara puede controlarme?


-de tu cuidado de no tocar la mesa- tome lo que quedaba en la mesa y lo lleve a la cocina


-pero es normal, quizá que cosas hicieron allí- se puso un delantal rosado cuadrille con vuelitos, no se quien lo habrá comprado pero es muy “femenino”, aunque a Junsu no le quedaba mal…OK, eso suena muy pervertido


-tu eres el pervertido que piensa que lo hicieron allí- un poco contradictoria mi respuesta ya que me trataba yo mismo de pervertido


-cállate, es solo que…yo…- sus mejillas tomaron un color rojo carmesí y empezó a decir incoherencias como siempre hacia cuando se ponía nervioso


-ya, ya, terminemos pronto aquí, ¿te parece?- el asintió y comenzó a lavar los platos mientras yo los secaba y los guardaba


- ¿Qué hacemos luego?- me pregunto mientras se enjuagaba las manos para sacarse el lavavajillas que quedaba


-no se, salgamos a algún lugar- le propuse mas como chiste que como realidad


-¡ya!, vamos a…la piscina- estaba emocionado y aplaudía como un niño pequeño al que le dan un regalo en navidad


-pero, no podemos salir, están las fans- le dije tratando de que cambiara de idea, pero en vez de eso se abrazo a mi brazo y comenzó a dar saltitos mientras me miraba con carita de perro faldero


-yo igual quiero ir- en realidad yo también quiero salir, quien nos descubriría, solo salimos unos segundos y volvemos enseguida


-vale, anda a cambiarte ropa y salimos- sonrío emocionado y corrió a su cuarto, pasaron unos dos minutos y salio con un jeans suelto, una sudadera blanca con un chaleco negro con rojo encima y un jockey negro, si no fuera por que se que es el, pensaría que es otra persona, fui a buscar mi polerón azul y me puse un gorro negro de lana junto con el del polerón, no es que hiciera frío afuera, pero era mejor taparnos, no en exceso porque levantaríamos sospechas


Ambos salimos, bajamos en ascensor, ya en la salida nos juntamos bien para taparnos mejor, un acompañante llego a nuestro paseo, el silencio, no era para nada incomodo. Caminamos unas tres cuadras y encontramos un café, nos internamos en este ya que había dos personas siguiéndonos. En el interior de este se encontraba una mesa bien camuflada en las penumbras de una esquina, llego el mozo, Junsu pido un chocolate caliente con panqueque y yo un café con una medialuna


-siento que esta empezando a helar- dijo mi amigo mientras se frotaba los brazos con las manos


-si tienes frío nos devolvemos a la casa- la verdad es que quería pasar un rato mas con el, ambos solos, pero la idea tampoco era que se resfriara


-no, se me pasara pronto- dijo en un intento desesperado por desechar la idea, llego el camarero con nuestra orden, Xiah tomo la taza con ambas manos y la llevo a sus labios, bebió despacio aquel liquido oscuro y dulce haciendo que su cuerpo se entibiara con lo caliente


-esta delicioso- sonrío y siguió tomando su chocolate, no sin antes observarme, tome mi taza con el café y sentí aquel liquido llenar mis entrañas haciendo que el calor se extendiera por todo mi cuerpo


-cierto, esta bastante bueno- ya no quería el pastel y al parecer Junsu tampoco, una vez vacía su taza la dejo sobre la mesa y se acomodo mejor el jockey junto a su chaleco, yo hice lo mismo, llame al camarero para que trajera la cuenta, este era un tipo joven, bastante bien parecido, alto y su pelo color azabache llegaba hasta sus hombros, nos dejo la boleta encima de la mesa pero el no se retiro, es mas observaba descaradamente a MI amigo


-¿quieres algo?- pregunte de mal humor mientras dejaba la plata en la bandejilla


-es… ¿puedo preguntarte algo?- sus ojos miraban a Junsu y este solo asintió nervioso


-claro-


-¿tienes novio?- ese tipo era un descarado, aunque el inocente de mi Hyuung no se diera cuenta, yo si, este hombre lo miraba con ojos de deseo


-yo…-Junsu comenzó a tartamudear y eso me enojaba, el solo tartamudeaba cuando se ponía muy nervioso y eso era casi siempre cuando estaba junto ami, no cuando había otro tipo intentando ligárselo


-eres hermoso- le toco el rostro acariciando su mejilla, Junsu la aparto de un manotazo sutil pero aun así yo estaba enojado, me pare, lo tome del brazo jalándolo hacia mi y me apodere de su cintura mirando al mozo con una sonrisa burlona


-es MI novio, te agradecería que no te le insinuaras- dicho esto guíe a mi Hyuung hasta la entrada, en ningún momento solté su cintura y el tampoco intento alejarse. Caminamos un buen trecho así, no quería soltarlo aunque el estaba bastante sonrojado, pero una vez que pasaron los minutos se acostumbro a mi postura


-Minn, ¿Por qué dijiste eso?- pregunto Junsu


-yo…este…porque ese tipejo quería sobrepasarse contigo- le conteste con miedo, no me hacia falta que se diese cuenta de la verdad, seria bastante incomodo


-solo me hizo un cumplido- ja ¿un cumplido?, ese “señor” quería sobrepasarse con MI Xiah, MI amigo, el era solo MIO, de nadie mas, aunque el aun no lo supiera


-¡un cumplido, si claro, solo te quería para quizás que cosa!- le respondí algo brusco, me miro con tristeza en sus ojos, quizá se lo debí decir de una manera mas sutil, pero a veces me enferma que sea tan jodidamente inocente


-tienes que desconfiar menos Minnie- dijo con una sonrisa


-¡¡y tu desconfiar mas y deja de ser tan tonto!!- creo que esta vez si me pase, una pequeña lagrima se asomo por su ojo y callo por su mejilla, me iba a acercar para limpiarla pero el se alejo y salio corriendo, intente seguirlo pero lo perdí en un cruce cuando la luz del semáforo dio rojo

                                                       Siguiente

viernes, 4 de marzo de 2011

El cansancio y el olvido van de la mano 18


CAPITULO 18: Maldito Fin

      -no se si llorar o reír- dijo Changmin en voz alta.
Cuando el menor llego a la casa no había nadie, lo malo es que tampoco se encontraban las cosas ni de Jaejoong, ni de Yoochun y tampoco las de Junsu
Entro al cuarto que compartía con el delfín y encontró una agenda de cuero rojo, en el estaba escrito esta historia y al final había una nota escrita por Junsu

“Minnie, mi amado Maknae, eres tan importante para mi, esta historia contiene todos y cada uno de mis mas profundos deseos pero se que eso no es posible, tu eres mi hermanito menor y no debería verte de otra forma, me doy asco por sentir esto, es tan…anormal y aunque tu sintieras lo mismo por mi, cosa que me haría enormemente feliz, ya no es posible, ahora estamos separados por miles de kilómetros y todo por culpa de esa entupida demanda. Si hubiera sabido que esto pasaría, jamás me hubiera unido pero de nada sirve llorar sobre la leche derramada.

Te pediré un último favor, como amigo, por tu bien y el del líder quiero que sigan dando lo mejor de ustedes, que asciendan hasta la cima y allí, bien alto, nos volveremos a ver, seremos nuevamente, aunque nunca lo dejamos de ser, la familia que fuimos y somos.

Te ama tu adorado y molestado, ue kyang kyang (mi risa no es así) delfín”

Solo a Junsu se le ocurre escribir eso al final, para animar la tensión que creo sabia que habría, la verdad es que el también lo amaba, aunque pareciera que ahora es muy tarde…seguiré esperando hasta que volvamos a estar juntos, los cinco

-Changmin- lo llamaba el ex líder

-aquí- grito el menor, un segundo después Yunho estaba entrando al cuarto

-¿ya se fueron?- pregunto con tristeza

-si-

-…-

-…-

-…-

-nos dejaron una nota- intento animarlo el menor

-¿Qué dice?-

-dice que nos sigamos esforzando y cuando ya estemos en la cima, en lo mas alto, no encontraremos de nuevo- ambos se quedaron en silencio, absortos en sus propios pensamientos.

Ambos chicos se encontraban camino a la empresa, para seguir guardando las apariencias, pero aun tenían una pequeña luz de alegría y esperanza.

“-seguir esforzándonos ¿he?- pensaba con algo de alegría el líder”

“-de seguro nos encontraremos muy pronto- sonrío para sus adentros Changmin”

Mientras no muy lejos de allí en un avión rumbo a EE.UU.

“-daremos lo mejor de nosotros- pensaba Yoochun mientras miraba por la ventana”

“-mi amor por ti Yunnie nunca cambiara- Jae veía el mensaje que le había enviado su líder con dos simples palabras “te amo””

“-estaremos juntos…aunque tu no lo quieras- Junsu miraba su nuevo cuaderno y sonreía ampliamente”
Porque aunque el futuro era incierto para estos cinco chicos, el amor entre ellos no lo era y como dicen por allí, “la verdad surgirá”






                                                              Fin

miércoles, 2 de marzo de 2011

El cansancio y el olvido van de la mano 17



CAPITULO 17: Lo odio…no mentira, lo amo


-¿Qué te pasa Junsu?- pregunto Minho

-¡¿Qué me pasa?!, ¡¡¿Qué me pasa?!!, o nada solo que estabas besando a MI Changmin- haciendo énfasis en el mi

-que yo sepa Changmin no es de nadie- esbozo una sonrisa burlona, Xiah no pudo mas y le golpeo justo en la quijada con todas sus fuerzas, Minho callo al suelo y enseguida Changmin se paro a ayudarlo

-¡¿Qué mierda te pasa Junsu?!- le grito Changmin haciendo que llegaran los demás

-¡¡¿Qué te pasa a ti, acaso no me amabas, o también era mentira?!,…a ya entiendo, es como lo de Jae, “solo lo dije, no es cierto”- luego Junsu fue a la entrada se puso los zapatos y salio de la casa, iba a esperar el ascensor pero se demoraba mucho por lo que bajo por las escaleras, a la mitad del camino decidió parar y esperar un rato ya que lo mas probable, y ojala fuera así porque si no se sentiría muy mal, lo habían salido a buscar, talvez ya salieron por la entrada del hotel.

Bajo uno a uno los peldaños, estaba bastante desabrigad, una polera de manga larga rayada negra con blanco y un chaleco abierto con gorro negro, para abajo llevaba unos pitillos negros y unas botas de combate que lo mas probable es que fueran de Jae, pero salio apurado, llego al primer piso, primero se puso el gorro y abrocho su chaleco intentando tapar lo que mas podía de su rostro, se asomo para ver que no hubiera nadie y una ves verificado el terreno salio, salio a la calle, pasaban autos, personas, mascotas, todos ajenos al dolor que sentía en este momento, era una traición, una mentira mas dicha por los labios de Changmin, ¿Cómo había sido tan tonto?, comenzó a llover, el cielo también lloraba por el.

Camino sin rumbo fijo por un buen rato, llorando, sintiendo el salado sabor de su dolor, observando el apoyo silencioso que le enviaba el cielo, sintiendo cada gota como un aguja, no podía mas, se había ilusionado demasiado con Max, además, este tampoco tenia la culpa después de todo, el no le dijo lo que sentía a tiempo, tuvo que esperar una semana completa, quizá intento buscar por otro lado y encontró a Minho, tampoco debió haberle pegado, pero, ¿tan débil era el amor que Changmin le tenia como para olvidarlo en una semana?

Vio una pequeña plaza, se acerco y sentó en uno de los bancos abrazando sus rodillas y escondiendo su rostro entre estas, caía la noche y se encendieron las luces de los postes iluminando todo el parque y la lluvia

-¡Junsu!- genial, ahora escuchaba voces, ¿tanto lo extrañaba?, no, debía olvidarlo, se iba a obligar a si mismo a olvidarlo y seguir con el grupo, como si nada hubiera pasado

-¡¡Junsu!!- Changmin llego al lado del delfín, estaba bastante mojado, aunque nunca tanto como Xiah

-¿Qué quieres?- no quería hablarle de esa manera pero aun se sentía traicionado

-…- el menor no contesto, tomo a Junsu por el brazo tirando hacia si haciendo que Junsu quedara muy cerca y entonces lo abrazo, con fuerza y delicadeza a la vez.

-¿Qué…?¿que crees que haces?- le grito molesto, intentaba alejarse pero el menor no lo dejaba, cuando las lagrimas comenzaron a recorrer su rostro nuevamente, lo que menos quería era que Changmin lo viera así de vulnerable

-Junsu, yo…perdóname- la voz del Maknae se quebró al pronunciar la ultima palabra entonces Xiah sintió una calida lagrima caer en su frente, subió la mirada y vio a Max llorando, eso le quebró el corazón, odiaba verlo así, separo sus brazos de su cuerpo y lo abrazo intentando entregar su calor

-solo…explícame- dijo en un susurro la oveja

-Jae me dijo que si te sacaba celos con Minho me dirías por fin lo que sientes, dijo que era una buena idea- decía Choikang mientra le acariciaba el pelo a su Hyuung

-entonces, ¿tu no…?- no se atrevía a terminar la frase porque el solo pensarlo ya le dolía

-claro que no, solo te amo a ti, a nadie mas y parece que tu también- lo ultimo lo dijo mientras colocaba su mano en el mentón de Junsu y subía su rostro para que lo mirara a los ojos

-yo…también,…te amo- dos palabras que conllevaban tantos sentimiento, tan importantes, ambos chicos se abrazaron bajo la lluvia

-¿volvamos?, deben estar preocupados- Junsu asintió con una sonrisa en sus labios, el Maknae limpio sus lagrimas y luego lo beso, aunque no era su primer beso, se sentía como tal ya que ambos estaban nerviosos, era un beso dulce en un principio que fue ganando intensidad, el menor mordió el labio inferior de Junsu haciendo que este jadeara de sorpresa entonces aprovecho para introducir su lengua, ambas estaban en una danza por obtener el control ganándolo obviamente el menor, se separaron por la falta de aire y Max junto su frente a la de su “amigo”

--------------------------.-----------------------.----------------------.---------------------------

Cuando llegaron a la casa los recibieron con alegría

-Min…Minho- el delfín se acerco a el

-¿si?-

-quería pedirte disculpas por el golpe- dijo sonrojado Junsu

-jajajaja, no importa, aunque quien hubiera pensado que golpeabas tan fuerte-
Comento Minho

-si, con lo enclenque que se ve- agrego Onew

-no se preocupen, me encargare de que haga ejercicio todos los días- dijo Changmin con una sonrisa picara en los labios y Junsu solo río como colegiala enamorada, nada era mas bello que estar con la persona que realmente amas

-¿no piensas decírselo a Junsu?- pregunto Jae a Yoochun

-¿decirme que?- pregunto curiosos el delfín

-em…bueno…yo- decía nerviosamente el ratón

- Yoochun tiene novio- el líder estaba abrazando a Jae por la cintura

-¿a si y quien es?-

-es…ejem…Junho- respondió

-¡Junho!- chillo el delfín

-si-
-mmm…bien guardado se lo tenían- Junsu empezó a picarle las costillas a su amigo, así cada oveja con su pareja, en secreto claro, pero aun así felices porque ya no había tristeza, no había incertidumbre, no había cansancio, no había olvido, solo había un “vivieron felices para siempre”

¿fin?

                                                           Siguiente