viernes, 18 de marzo de 2011

¿rojo pálido? 2



Capitulo 2: mi final perfecto

Comenzó a llover, primero era unas pocas gotas que fueron aumentando de intensidad hasta llegar a una lluvia fuerte, debo encontrar a mi delfín, aunque quede todo empapado. Me dispuse a recorrer todos los lugares a los que el iría la plaza, la tienda de juegos, el gimnasio, la fuente, la tienda de dulces y por ultimo el muelle, pero no se encontraba en ninguno de esos lugares y yo ya estaba empapado hasta la medula. Quizá ya se fue a la casa y yo como tonto aquí buscándole, me dirigí, algo desesperado, hacia el departamento esperando encontrarlo allí, subí al ascensor, no se porque pero sentí que se demoro una eternidad, llegando al ultimo piso baje y abrí la puerta de nuestro hogar, apenas entre fui asfixiado por un abrazo de Jae


-estaba tan preocupado por mi palote con orejas- su instinto protector hace que a veces lo vea como una madre, aunque sean muy pocas


-deberían avisarnos cuando van a salir- me reprocho Yunho con preocupación, cuando mi Omma me soltó me interne en la casa y dirigí hacia mi cuarto, una vez que me cambie ropa, bastante rápido ya que aun no veía a Junsu, volví a la entrada de la casa donde aun seguían Yunho y Yoochun


-a todo esto, me falta una persona- observo Micky, ¿Cómo que una persona? ¿Es que Junsu no había llegado ya?


-si, Changmin ¿Dónde esta Junsu?- maldición, o sea que el aun no viene, y si le paso algo, o si alguien se lo llevo…tome mi chaqueta me puse mis zapatos y Salí corriendo rumbo a cualquier lado, afortunadamente llevaba mi billetera y mi celular, tome este ultimo y marque el numero de Junho, el hermano de Junsu, sonó unas cuantas veces el tono hasta que una voz contesto


-¿alo?-


-Junho, hola-


-a Changmin. Hola tan…- no lo deje terminar ya que estaba bastante preocupado por Junsu


-por casualidad ¿Junsu no esta contigo?- pregunte 


-no, de hecho llamo hace poco diciéndome que iba a la costa a hacer no se que- carajo, y si hace alguna locura, no es que me crea muy importante como para causarle una depresión a mi amigo pero hace un tiempo que lo veo decaído, y si lo que le dije fue el gatillo para alguna decisión desesperada


-gracias nos vemos- y sin mas corte, tome el primer taxi que vislumbre con dirección al puerto, una vez allí le pague sin esperar el vuelto. Baje a la costa y recorrí hasta que llegue a unas rocas, allí te vislumbre sentado bajo la lluvia, tu rostro pálido, tus labios sin ese tono carmesí y tus ojos perdidos en cualquier parte.


-¡Junsu!- te grite con todas mis fuerzas, me miraste y tus labios se curvaron en un intento de sonrisa, estar tanto tiempo bajo la lluvia te había hecho muy mal, mas el hecho de que no habías comido bien hace dos semanas, me acerque a ti y te tome en brazos ya que ni levantarte podías. No te puedo llevar al departamento porque los chicos se preocuparían, mejor te llevo a un hotel por lo menos hasta que te vuelva el color al rostro, te tome como si de una princesa se tratase e hice parar un taxi, nos dirigimos al hotel mas cercano y pedí una habitación, no podría dejarte solo. Al entrar al cuarto lo primero que iba a hacer era dejarlo sobre la cama pero recordé que ambos estábamos todos empapados, así que tendría que…sacarle la ropa, lo puse en el taburete que estaba a uno de los costados de la cama y empecé por arriba, primero el jockey, el chaleco y la camisa, luego por abajo, las zapatillas, los calcetines, los pantalones y por ultimo…los boxers, lo tome y lo recosté con cuidado en la cama, mis manos temblaban y no precisamente por el frío, tome la sabana y la coloque sobre tu cuerpo. Me quite yo la ropa y la deje toda en un canasto que había en el baño, me dirigí al closet y saque una toalla para cubrir mi desnudez, la amarre a la cintura y llame a recepción para que viniera el botones a buscar nuestras ropas, pasaron unos minutos y se sintieron unos golpes en la puerta, Junsu seguía dormido, ni se inmuto al sentir la puerta, me dirigí y abrí, el chico me quedo mirando boquiabierto, será porque me había reconocido o por la condición en la que me encontraba, en realidad en ese momento no me importaba, tome el canasto y se lo entregue


-quiero todo limpio y seco para mañana temprano- le digo con autoridad


-si señor- respondió aquel joven con un susurro, me dio una ultima mirada de arriba abajo y se alejo, cierro la puerta y me acerco a la cama en la cual reposas tranquilamente. Uno que otro haz de luz se cuela por las cortinas dejándome ver tu perfecta silueta, me acerco un poco mas y te observo, el color ya volvió a tu cuerpo al igual que a tus labios, te miro mas detenidamente, la sabana blanca sobre tu piel desnuda contrasta perfectamente además de no dejar nada a la imaginación, cosa que esta empezando a afectar mi hombría y mi cordura.


Se que estas enfermo, no, pero se que estas algo débil y no debería estar sintiendo ese calor en mi vientre bajo. Entonces mi mirada sube a tu rostro, tus ojos cerrados, el ritmo de tu respiración es pausado y tus labios, esos labios que tantas veces he querido probar, están ahora de un tono carmesí y entreabiertos, invitándome a lo prohibido. Mientras mas me acerco a ti, mas se hace añicos mi sentido común, no debo, me repetía mil veces eso en mi cabeza y aun así necesitaba sentir el roce de tu piel con la mía.


Me senté en la cama y me puse a horcajadas tuyo posicionando mis manos a ambos costados de tu cabeza, definitivamente ya no puedo controlarme mas, me acerque parsimoniosamente a ti hasta que mis labios se encontraron con los tuyos, abriste tus ojos de golpe y sentí tu cuerpo tensarse bajo el mío, no me importo, yo disfrutaba del rose que tantas veces soñé con sentir. Me di cuenta de lo que estaba haciendo y me dispuse a alejarme pero algo alrededor de mi cuello me lo impidió, eran tus brazos que me retenían prisionero, acercaste mas mi rostro al tuyo y correspondiste mi beso, con calma, me entregue a ese pecado que me imponía tu boca, comencé masajeado tus labios hasta que nos separamos por falta de aire, me miraste a los ojos por una fracción de segundo y esta vez tu me besaste, el beso se hacia cada vez mas salvaje, mordí tu labio inferior haciendo que jadearas, me aproveche de aquello e introduje mi lengua recorriendo cada rincón de tu cavidad con desesperación, aquellos músculos rosados se necesitaban entre si, comenzó una lucha por el control cosa que ninguno de los dos quería ceder hasta que nos separamos, seguía hambriento de ti pero no me era suficiente el sabor de tu boca, quería el sabor de todo tu cuerpo por lo que sin perder tiempo me apodere de tu cuello, comencé delicadamente lamiendo cada parte que me era posible, subí a tu rostro y bese tu frente para que te relajaras pues sentí el miedo que acogiste al sentir mi acción, regrese a tu cuello pero esta vez continúe con pequeñas mordidas haciendo que soltaras casi inaudibles suspiros, la ultima mordida, en el lugar donde estaba tu clavícula, fue algo mas fuerte pero sin llegar a dañarte, lo mas probable es que dejara una marca roja que al otro día se vería de un color púrpura oscuro, pero eso seria prueba de que eres solo mío, seguí con mis mimos, mis manos acariciaban tus brazos y tu torso sin pudor alguno, incluso puede que hasta descaradamente hasta que llegue a tu estrecha cintura, allí fue donde maldije la sabana, me molestaba en ese momento, la saque bruscamente haciendo que tus mejillas se tornaran de un rojo intenso, intentaste taparte con tus manos pero las ataje antes de que pudiera y las lleve una a cada lado de tu cabeza, te bese, solo un roce y proseguí a lamer esos pequeños botones rosas que me pedían a gritos que los atendiera, tus suspiros no se hicieron esperar hasta que mordí uno de ellos, tus antes suspiros se convirtieron en pequeños gemidos, cada uno me hacia querer escuchar mas, quería escuchar mi nombre en ellos. Solté tus manos para acariciar tu cintura, baje hasta tu vientre comencé a jugar con tu ombligo, te removiste por las sensaciones que te hacia sentir, baje un poco mas y delinee tu cintura con mi lengua, tus ojos observaban atentamente todo lo que hacia y de vez en cuando se cerraban por el placer, una de mis manos recorrió tu suave pierna, subí y te bese con un deseo desenfrenado por conocer de memoria tu boca, nuestras lenguas se recorrían hambrientas una de la otra, en tan poco tiempo me había acostumbrado a tu roce.


Sentí una de tus manos acariciar mi torso y llegar a mi cintura, desamarraste la toalla y la dejaste lejos, me aleje de ti y me contemplaste, tu sonrojo se hizo mas notorio, sin pensarlo acaricie tu mejilla con cariño, te veías tan lindo así. Acercaste tu boca a mi oído y lo mordiste descaradamente, mi boca soltó un gemido que intente reprimir, ¿Cómo sabias cual era mi punto débil?, ¿tan bien me conocías? , lleve mi mano a tu entrepierna mientras mi boca se encargaba de seguir estimulando esas cerezas tan deliciosas, te masturbaba con un ritmo lento y tortuoso, quería escucharte pedir por mas, quería escuchar tus suspiros, tus gemidos, quería todo de ti


-Minn…m…más ra…pido- dijiste entrecortadamente, lo hice con gusto, mis movimientos sobre tu hombría se hacían cada vez más rápidos y mi mano apretaba un poco más fuerte, escuchaba tus deliciosos gemidos que eran como música para mis oídos


-Minnie…me voy...¡¡ha!!- ya lo sabia, estaba cerca tu final, las pequeñas gotas de pre-semen caían en mi mano mientras yo hacia cada vez mas rápido mis movimientos, tu cuerpo temblaba con los espasmos del orgasmo que no tardo en llegar y te viniste en mi mano, lamí y tragué tu esencia bajo tu atenta mirada.


Tu rostro estaba sonrojado y tus labios entreabiertos intentando captar el aire que te hacia falta, volví a tu rostro y me apodere de tus labios con necesidad pero, en un movimiento rápido te posicionaste sobre mi, quedando mi cuerpo a tu merced, sentí tu tibia lengua en mi pecho, delineaste cada uno de mis músculos y rozaste mis pezones haciéndome jadear, te entretuviste en mis músculos un rato, conociéndome, acariciándome y memorizando cada parte que tu lengua rozaba


Llegaste hasta mis caderas y tu mirada se poso sobre mi, abrí un poco mis piernas dándote a entender lo que tanto tiempo había ansiado, bajaste hasta mi erecto miembro y lo engulliste enseguida, solté un gemido ronco, se sentía tan calido, era una sensación exquisita, comenzaste lentamente haciéndome desear que fueras mas rápido, una de mis manos se poso sobre tu nuca para hacerte seguir un ritmo determinado, pero en vez de eso lo sacaste y pasaste ese rosado músculo por toda la extensión de mi erecto miembro, sentía que iba a desfallecer, soplaste haciendo que una corriente eléctrica recorriera mi espina dorsal. Pusiste tu boca sobre la punta y diste pequeñas succiones, la ultima fue mas pronunciada entonces sentí que, como siguieras así me vendría en tu boca y no quería eso, te tome por los hombros haciendo que te acercaras a mi rostro y te bese con deseo, esta vez yo tenia el control quedando encima tuyo, lleve tres de mis dedos a tu boca, los lamiste con tanta dedicación como si se tratara de mi entrepierna, era tan sensual que me hacia desearte aun mas, si es que era posible, una vez bien lubricados los lleve a tu entrada, introduje el primero siendo succionado enseguida, comencé con pequeños círculos, una vez listo metí el segundo al cual no demoro en seguirlo el tercero, comencé a envestirte con mi mano


-ha…Chang…min…te…te necesito…¡ya maldita sea!- si tu querías, no tenia porque negarme, saque los dedos y me posiciones entre tus piernas, introduje mi miembro de una estocada haciendo que tu garganta soltara un gritillo ahogado y una lagrima dejara tu ojo, me acerqué a tu oreja para susurrarte palabras de amor y así te relajaras, te abrazaste a mi espalda y rodeaste mi cintura con tus piernas haciendo que mi miembro se introdujera mas en el fondo, eso me hizo delirar comencé con los movimientos, lento para no dañarte 


-mas…ha Minn…mas rápido- mis estocadas se hacían mas profundas y certeras, de verdad se sentía como el paraíso, tu miembro prisionero entre nuestros cuerpo estaba mas que erecto de nuevo, sentí como tus paredes se contrajeron deliciosamente aprisionando mi hombría, te viniste entre nuestros vientres, unas tres estocadas mas y derrame mi semilla en tu interior. Caí rendido sobre tu cuerpo, sin aplastarte, Salí de tu interior y te recosté junto a mi en la cama, nuestros cuerpos sudorosos hacían que la sabana se nos pegara al cuerpo, te acurrucaste en mi pecho y caíste dormido con una sonrisa en tus labios, bese tu frente y me quede dormido


Sentía mi cuerpo pesado, aunque el sueño que tuve fue el mas maravilloso de todos, aunque fue uno de esos sueño mojados, creo que dejare de ver porno, me moví para recostarme bien y sentí un peso al lado mío, no estaba solo, me gire y encontré tu rostro sereno, ¡entonces no fue un sueño!, o por dios, será que…de verdad también me amas. Sentí tocar a la puerta sacándome de mis cavilaciones, me pare con cuidado de no despertarte, me levante y tome la toalla que habías tirado anoche, la coloque alrededor de mi cintura y la amarre, me acerque a la puerta y al abrirla vi al botones que había venido anoche


-aquí se encuentra su ropa, señor- dijo con un montón de ropa en los brazos, me la entrego dio media vuelta y se retiro, tome todo y lo deje a un lado de Junsu, cerré la puerta antes claro, tome mi ropa y me dirigí al baño, me di una ducha tibia y reparadora.
Salí del baño y te mire, restregaste tus ojos con tus manos de una forma infantil, tu mirada se poso sobre mi y te sonrojaste, te paraste, resbalando la sabana por tu cuerpo y te acercaste a mi, desnudo, me abrazaste


-hola- dijiste para luego besar mi mejilla


-hola, ve a bañarte- le dije, aun no se que es lo que realmente siente el por mi, tomo su ropa y se interno en el baño, sentí la ducha, mientras te duchabas tome mi celular y lo prendí, en la pantalla aparecieron treinta llamadas perdidas de cada uno de los miembros y cuarenta y cinco mensajes de Jae, deben estar muy preocupados, Junsu salio de la ducha ya vestido, lo tome de la mano y lo atraje hacia mi besándolo, de sus labios salio una risita como de colegiala enamorada


-Junsu…te amo- se abrazo mas a mi y sonrío, me dio una gran sonrisa, de esas que hace tiempo no veía


-yo también te amo- me sentí tan feliz, creía que mi corazón iba a explotar de la felicidad, los besos se fueron haciendo cada vez mas intensos hasta que llegamos al borde de la cama


-ya, ya, ya Minn- me hizo separarme de el y me dio un besito corto


-pero…- no me dejo terminar, me beso otra vez y salio del cuarto, lo seguí y bajamos rumbo a recepción, pagué rápidamente con una de mis tarjetas.


Ya afuera del hotel tomamos un taxi, llegado el momento lo tome de la mano, el taxista ni se inmuto, mejor así.


Entramos al hotel, cada uno por su lado para no levantar sospechas, en el ascensor nos dimos besitos cortos, al llegar arriba entramos al departamento, los tres se nos abrazaron al cuello


-estaba tan preocupado por mis pequeños- nos dijo Jae mientras nos abrazaba cada vez mas fuerte


-deben avisarnos cuando salgan- nos reprocho Yunho con algo de enojo en su voz


-ya, si estamos aquí sanos y salvos- intente que nos soltaran pero solo nos asfixiaron aun mas


-si…súper sanos- Junsu me miro con una perversa sonrisa en su rostro y yo solo le mire con deseo


Cuando ya nos soltaron, ambos nos dirigimos a nuestro cuarto…puede que esta noche hagamos algo de ruido pero Jae, Yunho y Yoochun saldrían hoy, puede que molestemos un poco a los vecino pero…que importa


-Junsu- lo llame


-¿si Minn?- apoyo su cabeza sobre mi hombro


-de esta noche no pasas- su estrepitosa risa resonó por el cuarto


-eso debiste decirlo anoche, ¿no?- me beso en la mejilla


-te lo digo de nuevo porque hoy…jugaremos un poco- sin mas lo tome por la cintura y lo recosté en mi cama, ¿Quién podría siquiera imaginar que ocurría esto?... Nadie porque nuestro amor es único y extraño


Definitivamente yo…amo a Junsu y el…por fin me ama 


 FIN


                                                 

4 comentarios:

moneiba dijo...

ahhh rueda feliz par de perversos me gusto

Emi dijo...

ah~ como amo el minsu ya lo necesitaba gracias :D

lady cassiopeia dijo...

Hacía un tiempo que quería leer un minsu y no encontraba ninguno. Amo está pareja tanto como el yunjae, el Yoosu, etc. Escribes muy bien, en verdad me gustó! :D

Unknown dijo...

Me gusta este tipo de MinSu donde Yoochun no sufre y sólo es amigo de Junsu.... Siii, que lindo two shot. Gracias por compartir