viernes, 22 de julio de 2011

Los tres shinigamis 3







Junsu


-¿Cuál es tu deseo?- aquella oscura sombra podía ver en lo más profundo de sus sentimientos, el lo sabía y aun así se dejo llevar por la venganza

-matar al asesino de mis padres- Junsu hablo decidido, si iba a entregar su vida entera a un demonio, tenía que cumplir su sueño, no, tenía que cumplir su cometido, porque él no dejaría que se quedara como un simple sueño

-lo concederé y a cambio me darás tu alma, tu vida y tu esfuerzo- el pelirrojo lo pensó unos segundos

-acepto, pero dime tu nombre- aquella sombra tomo forma humana y su voz se hizo menos tétrica

-llámame Yoochun- acto seguido desapareció

Pasaron cinco años desde ese encuentro y Junsu conoció a Changmin, su compañero y amante, aunque lo conoció de una manera bastante poco convencional, y pensar que todo empezó como un favor para Yoochun.

Según Minn, Yoochun les tenia nombre a cada uno, aparte de ellos dos había uno más, Yunho

-¿y cuáles son aquellos nombres?- el alto comenzó a reír

-tu, eres orgullo y venganza, Yunho es codicia y vanidad, yo soy lujuria y gula y por último, Yoochun es envidia y pereza- Junsu quedo asombrado, esos nombres les venían como anillo al dedo, cada uno según el deseo que había pedido

-y tu Changmin, ¿ya cumpliste tu deseo?- la mirada de Changmin cayó sobre el más pequeño transformándose en una de deseo

-contigo a mi lado, el deseo que pedí se hizo realidad- era cierto, Changmin poseía a Junsu cada vez que quería, pero no todo era sexo y deseo, Minn también era amable y cariñoso, de vez en cuando o si no, no estaría con el

-Cha…Changmin, espera- el más alto había comenzado a lamer el cuello de Junsu

-¿Qué quieres que espere?- las manos del pelinegro tocaban toda la piel disponible colándose por la polera del pequeño

-vie…viene Yoochun- Changmin bufo molesto y se separo del más pequeño, unos segundos después se abrieron las puertas

-hola mis queridos niños- como le molestaba que los tratara como pequeños

-¿Qué pasa?- la molestia se notaba en la voz de Changmin

-no, no, no, tu no debes hablarme así pequeño, tenme más respeto-

-lo siento- es cierto que él había cumplido su deseo, después de todo tenia a Junsu completamente para él solo, pero, ¿por que aun no devoraba su alma?

-traigo geniales noticias- ambos quedaron observando al mayor

-¿Qué puede ser tan genial como para que me molestes cuando voy a tener sexo con mi Junsu?- tan directo que era, Junsu se puso colorado

-pues, que tu Junsu por fin cumplirá su deseo- la sonrisa en su rostro no podía ser más amplia, por fin cumpliría su deseo, por fin cumpliría su venganza

-¿donde está?- su voz se hizo grave y sus ojos se transformaron, su rostro ya no era inocente, ahora era el de un psicópata con sed de sangre

-veo que te hizo feliz la noticia, me gusta tu expresión, sígueme- ambos chicos siguieron a Yoochun hasta una habitación cerrada, había una puerta y una ventana que simulaba ser un espejo, en su interior estaba él, el que hizo de su vida un infierno

-entrare solo- dicho esto Junsu se interno en la habitación, el alto se iba a retirar cuando una mano se poso en su hombro

-¿no veras el espectáculo?- sonó tan siniestro.

En el interior de la habitación estaba un chico de cabello rubio, desnudo y amarrado a una camilla con correas de cuero y al lado suyo había una mesilla de metal con todo tipo de artefactos de tortura, Junsu se acerco a ellos y tomo un cuchillo, observaba cada una de las herramientas que habían mientras su “paciente” despertaba

-¿Qué…donde estoy?- Junsu lo miro, si, el chico era bello, pero eso no quitaba que le había arrebatado la felicidad cuando aún era un niño

-hola Jae, soy Kim Junsu- el miedo se reflejo en el rostro del rubio

-tu…no puede ser…tu estabas muerto, yo mismo te mate- la sonrisa se hizo más grande, claro que había muerto, pero la aparición de aquella oscuridad llamada Yoochun lo devolvió a la vida

-tienes razón- comenzó con una estocada de su cuchillo en una de las piernas de Jae, luego en la otra y por ultimo en su hombría, mientras este soltaba gritos que hacían eco en la habitación

-¿Qué…que e…eres?- tan poco dolor que le había causado y ya no podía respirar, que débil, hizo un gran tajo en su torso, iba desde donde comenzaba el pecho hasta donde terminaba su estomago, tomo dos cucharas y separo la carne de su estomago quedando a la vista los órganos internos del torturado además de los huesos, los gritos se hacían cada vez mas desgarradores haciendo añicos la garganta del que los emitía

-soy tu propio dios de la muerte- primero tomo una especie de mazo y golpeo dos costillas rompiéndose al instante, siguió así por unos minutos hasta que el acceso a los órganos le fue fácil, saco un riñón, luego el páncreas, sabía que no le quedaba mucho tiempo de vida al dueño de las torturas, de hecho que siguiera vivo era solo porque Yoochun le debió haber dado algo para q no muriera enseguida...  aun así intentaría hacerlo sufrir lo que más pudiera

-yo…sal…salvarte- Junsu se sorprendió, ¿Cómo que salvarlo? Si el mismo lo había matado

-explícate-

-tus…-le costaba decir las palabras pues por su boca se escapaba la sangre

-tus padres…querían…matarte- el pelirrojo acaricio el rostro de Jaejoong en el cual aprecio una sonrisa, ¿podía perdonarlo?, solo los monstruos no perdonarían a alguien como Jaejoong, en su rostro apareció la sorpresa, sus ojos se abrieron como dos platos, su rostro se desfiguro y por ultimo su respiración se detuvo, en la mano de Junsu se encontraba el corazón del rubio, estaba reventado pues había ejercido fuerza sobre él, después de todo Junsu era un monstruo. Observo a Jae por última vez y dejo caer ese órgano al suelo, salió de la habitación para encontrarse a un Yoochun muy alegre y a Changmin algo sorprendido

-eres peor que yo- esas palabras lo molestaron, porque lo comparaba con él, Junsu era inocente y Yoochun era cruel

-se lo merecía- probo la sangre que había en su mano

-eres un mini demonio- Changmin beso los labios de su pequeño

-si hasta su sangre era un asco- Junsu mordió la mejilla de Min y se retiro a su habitación para limpiarse y cambiarse ropa, cuando estuvo listo apareció Changmin, Junsu se acerco a él y mordió su labio inferior mientras sus ojos lo recorrían

-te aseguro que te tomaría aquí mismo pero debemos ir donde Yoochun- Junsu lo ignoro, siguió besando su cuello, una de sus manos tomo se coló en los pantalones del más alto y comenzó a masturbarlo

-solo diez minutos- Changmin no pudo mas, beso a Junsu salvajemente y bajo sus pantalones junto con la ropa interior haciendo lo mismo con la propia, dio vuelta a Junsu y entro en el de una estocada
-haa, Min, que…que rico- el más alto comenzó a envestir a Junsu repetidas veces, cada vez mas rápido mientras Junsu se masturba

-Junsu, tanto tiempo y sigues siendo…estrecho- Min tomo las caderas de Junsu empujándolo hacia si mientras lo envestía

-Min, ya, me voy- Junsu se vino en su mano y Changmin se vino en el interior de Junsu

-salgan y vayan donde Yoochun maldito par de adictos al sexo- se sintieron golpes en la puerta y la voz de Yunho

-ya…vamos- Changmin salió de Junsu y limpio su entrada con su boca, lamiendo su propio semen

-Minn, ya- Changmin se paro y beso a Junsu, ambos se vistieron y corrieron rumbo a la oficina, al entrar en ella estaban Yunho y Yoochun esperándolos a ambos

-está bien que seas la lujuria, pero ¿tenias que hacerlo ahora?- ambos hicieron una inclinación en forma de disculpa, Yoochun respiro pesadamente y se puso serio de nuevo

-y ¿ya has cumplido tu deseo?, Kim Junsu- el aludido sonrió tiernamente, casi inocentemente y su rostro se sonrojo, era como un niño pequeño

-si, ya tengo mi deseo, de hecho creo que me cumpliste más de uno- Junsu abrazo a Changmin y beso su mejilla

-pues ahora que los tres han cumplido sus respectivos deseos, son mis shinigamis, cada uno ira a matar al humano que aparezca en su libreta-Yoochun le entrego un cuaderno pequeño de cuero a cada uno, ninguno se sorprendió, ya se esperaban algo así, los tres acataron su destino obedientemente

-haremos nuestro mejor esfuerzo- los tres chicos se retiraron a sus habitaciones dejando a un Yoochun muy complacido por su elección, no había sido coincidencia que todo acabara así, el había elegido especialmente a cada uno de ellos y ahora eran…

Tres dioses de la muerte, seis manos manchadas en sangre, tres títeres imitadores de pierrot y un titiritero que mueve los hilos desde lo más profundo del infierno




Fin



Aclaraciones: no me cae mal Jaejong, pero tenia que poner a alguien para ser torturado

Xd, solo queria cambiar la personalidad de junsu ^^

2 comentarios:

yuuu neko nya dijo...

wahh me encantoo aunqe junsu fue cuel pero estubo super..

Yakuzokuny dijo...

Zaaaaaz que cosaaaa nunca de junsu de max toodo de Chunie.mega tooodo el sadismo habido y por haber pero del delfin.chillon osea todo lindo el aaaigooo te quedo genial