Zombie Attack Capitulo 5

Capitulo 5

El frio se hacia notar hace un tiempo, el invierno se aproximaba y Junsu cada vez encontraba menos recursos para sobrevivir, los últimos meses había vivido comiendo comida de perro y leche en polvo que había logrado recolectar en esos últimos viajes

Caminó por las frías calles de Paris, él había ido allí cuando era chico y no quedaba nada de la hermosa ciudad de ensueño que visito alguna vez. Intentaba caminar con cuidado, en silencio, aunque no veía movimiento alguno ya sean vivos o muertos, prefería mantener la cautela al máximo. Cosas como esas había aprendido estando solo, luego de escapar del bosque había deambulado por corea en busca de personas y provisiones, luego de viajar algunos meses encontró un helicóptero con el tanque lleno así fue como comenzó a viajar a otros países, ya había pasado por Roma, Alemania, China y ahora Francia, y rastro de los otros no hallaba.

Llegó a las calles principales de París, seguía siendo un lugar cautivante pero no de la manera maravillosa de antes, si no más bien de una manera tétrica y poco agradable. Junsu vio un hospital gigante a unas cuadras de allí, bajo de la azotea intentando no hacer ruido al pisar las viejas escaleras, llego abajo y miro por las ventanas pero no vio nada, aun así salió con cuidado.

Lo que no pensó es que una horda de caminantes saldría de los edificios, lo habían olido, eso era increíble, había intentado por todas las formas de perder su olor, iba cubierto de barro. Corrió, salió corriendo, debía perderlos y lo peor es que no podía usar las armas, era demasiado peligroso, entro a un gran mall en una de las orillas, mala idea.

Estaba casi en la ultima planta, aun intentaba perder a los zombis pero varios aun lo seguían, ¿Qué haría?, no se le ocurría nada, unos brazos lo atraparon y atrajeron luego de formarse una gran oscuridad en el lugar, iba a gritar, mordió la mano que le tapaba la boca estaba histérico hasta que escucho la voz de quien lo tenia atrapado

-quédate en silencio que nos van a encontrar- era él, que hacia él aquí, como había llegado, como lo había encontrado… es decir, estaba agradecido porque lo había salvado momentáneamente pero, eso no lo sacaba de su sorpresa aun así se quedo callado

Habían pasado minutos y ellos dos seguían allí adentro, ciertamente comenzaba a sentir nervios al tenerlo tan cerca –de…deberíamos salir- escucho una risita venir de su acompañante, rayos, donde se había ido el Junsu cool que acababa con quien se le pusiera en frente, si parecía un chica

-será que, ¿te pongo nervioso?- había dado en el blanco el muy, pero no, no debía enojarse con el, debía enojarse consigo mismo por actual de esa manera

-no seas creído, nervioso, ¡¿tu a mi?! ¡JA!- y estaba claro que lo decía de la boca hacia afuera, porque, en el poco tiempo que estuvo junto a Junsu se había dado cuenta de que era pésimo mintiendo y solo por juego o quizás algo más afianzo su agarre en la cintura del actual peli azul y beso su nuca, acto que fue recompensado con un ligero temblor en el cuerpo ajeno

-parece que no te soy indiferente, me gustas Junsy por eso he venido por ti- y eso era la guinda de la torta, era oficial, todo estaba completamente extraño, en primer lugar que ÉL  estuviera aquí era anormal y en segundo que ÉL le dijera que le gustaba era aun más extraño

-creo que… estoy confundido, salgamos de aquí primero, ¿vale?- lo vio asentir, ambos se quedaron en completo silencio para escuchar si es que había algún ruido extraño, pero al no oír ninguno decidieron salir silenciosamente. Los zombis por separado no son muy rápidos y mucho menos inteligentes como para formar grupos, ambos iban agazapados por las orillas de las murallas escondiéndose en las penumbras

-hasta ahora todo bien, sigamos- susurro el otro a lo que Junsu solo asintió, se sentía como cuando quería pedir permiso a su madre aunque supiera que le dirían que no, y esa sensación no era nada agradable

Decidieron entrar a una de las tiendas para poder escabullirse por entre las ropas, por lo menos hasta llegar al primer piso. Era algo cómico, cualquiera que los viera, en otras circunstancias habría pensado que eran dos hombres jugando a ser niños pequeños  

Era el primer piso, en el cartel se leía “primer piso, vestuario hombre, vestuario mujer, zapatería y juguetería”, ambos se miraron contentos pero al salir de entre las escalera vieron a un vendedora por detrás se veía como cualquier otra pero al darse vuelta se dieron cuenta de que le faltaba la mitad de la mejilla izquierda,  el peli castaño saco su cuchillo y lo enterró en la cabeza de la vendedora de manera certera y sin hacer ruido. Salieron de la tienda a los pasillos principales, siguieron agazapados en las sombras, Junsu decidió sacar su cuchillo por si los atacaba algún zombi, después de todo él no podía parecer una damisela indefensa, pero calculo mal al sostenerlo y el cuchillo cayó al suelo haciendo un ruido estrepitoso, ambos quedaron paralizados, maldita sea su mano que no alcanzó a tomar el cuchillo, miró a su acompañante que lo miraba fijamente, sin reprocharle nada pero angustiado

-Corre- susurró, salieron los más rápido que le dieron sus pies, a pesar de que no tenia mucha experiencia con hordas muy grandes, sacó su sable. Junsu abría paso con su sable y el otro utilizaba la pistola para los que estaban en las orillas.

El tiempo pasaba lentamente, muy lentamente para ambos, entre la pelea Junsu logro ver un auto que estaba un poco más allá, si los vidrios soportaban lo suficiente lograría hacer andar el auto, tomo a su compañero del brazo y lo guio hasta ese lugar degollando zombis en el proceso, al estar cerca Junsu utilizaba su cuchillo de repuesto para forzar las cerraduras y el otro le cubría la espalda matando con la pistola. Apenas estuvieron en el interior cerraron ambas puertas con seguro

-Vamos Junsu estos vidrios no aguantaran mucho tiempo- Abrió el lugar donde iban las llaves y luego de pelar los cables los junto varias veces hasta que el auto encendió, no pensó que fuera tan fácil. Así entre choques lograron andar, el vidrio se trizo con los golpes y las abolladuras que habían quedado en el auto al golpear los cuerpos sin vida eran bastante hondos, pero habían logrado escapar, ningún zombi podría ser mas rápido que un auto

-¿hacia donde vamos?- pregunto el pelinegro a su compañero

-vamos hacia el hospital que esta un poco más allá de parís, allí se encuentran, pero, si no quieres ir, podemos irnos de aquí- esa respuesta le erizó los pelos

-prefiero ir hacia allá, ¿han encontrado sobrevivientes?- siguió manejando concentrado en el camino

-unos pocos, pero tu sigues siendo la clave- lo sabía perfectamente, pero desde que se separo de los otros que ya no tenía ningún recuerdo, algo le había hecho pensar que Changmin era una parte fundamental de la acción de su memoria o, si no era Changmin era alguno de los que habitaban esa casa, mas probablemente Yunho o Jaejoong

-lo se, intentare hacer funcionar los recuerdos aunque sea a la fuerza- eso hizo sonreír a su compañero- pero, ¿te has puesto a pensar en que la “cura” no funcione?-

-si, lo he pensado y en ese caso nos limitamos a exterminar a los muertos y cuidar a los vivos- esa respuesta era la más lógica, lo sabía pero, realmente le asustaba pensar en un futuro tan… primitivo podría ser la palabra adecuada, después de todo tendrían que empezar todo de nuevo, tal vez no todo desde cero pero si varias cosas aprender a construirlas o encontrarlas y eso seria una gran meta que alcanzar, además también habría que encontrar a los vivos entre los muertos, era como encontrar una aguja en un pajar, un pajar inmenso y peligroso

Llegaron a las afueras de la ciudad, después de encontrarse con algunos zombis rezagados no había habido más y eso ambos lo agradecían, después del susto en el mall, no querían tener otra sorpresa

-entra por el siguiente camino a la izquierda y unas tres cuadras hacia adentro esta el hospital, era un hospital psiquiátrico- eso hizo que en su mente surgiera un pregunta, ¿el virus reanimaba a todos por igual?, es decir, si eran asesinos, al ser reanimados ¿no eran mucho más sangrientos que los otros?, seguramente su yo del pasado había pensado lo mismo y habría hecho los experimentos correspondientes, no hallaba la hora de recordar todos esos detalles

El lugar era grande o por lo menos así se veía desde afuera, los hicieron pasar por la reja apenas vieron quienes se encontraban en el interior del auto, lo habían recibido con sonrisas aun así Junsu se encontraba nervioso, ¿lo recibirían como antes o le reprocharían el haber desaparecido?, ¿lo odiarían por haber matado a Minho, más bien, sabrían ellos que él mató a Minho?. Ambos bajaron del auto, pero antes de entrar Junsu paró a Yunho el cual quedo algo desconcertado

-quiero intentarlo Yunho, después de que me buscaste en el bosque no te he podido sacar de mi mente y al verte hoy de nuevo mi corazón latió fuerte, aunque eso pudo haber sido por el miedo a nuestros perseguidores, en cuyo caso…- fue callado por un beso de Yunho, estaba feliz, después de tanto tiempo buscando a su lindo Junsy por fin lo tenia aquí, frente a él y para él solo, no había necesidad de compartirlo con nadie

-gracias Su, no te arrepentirás- así ambos decidieron subir para enfrentar lo peor… Changmin y Jaejoong

Bueno Chic@ e decidido que publicare un capo de este fic al mes, si es que lo tengo antes lo pondré pero creo que intentare tener hartos para así poder publicar cuando entre a la universidad porque es mi primer año y varias personas me han dicho que sera duro

bueno, ojala les haya gustado y creo que habrán varias parejas por allí jajajajaj

como siempre gracias por leer y dejar coment y a los que no lo hacen, gracias por leer jajaja

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