Un buen retroceso 3

Los cuatro nos encontrábamos haciendo un casting masivo para encontrar un remplazante de Junsu. Después de que buscamos a Junsu por todas partes y llamamos a su familia, no lo encontramos en ninguna lado, era como si se lo hubiera tragado la tierra

Solo dios sabe cuanto lo extraño, lo necesito tanto, y yo se perfectamente, es mas todos sabemos perfectamente que ninguno podrá remplazar a Junsu, no porque no sean buenos, si no porque Junsu es completamente único y nosotros cinco éramos ya un grupo perfectamente unido y sincronizado. Cada uno fue a hablar con el manager y el presidente de la empresa, lo único que nos dijeron fue que era necesario llenar el hueco que había dejado Junsu si no, no podríamos seguir con el grupo pues era una regla que debían ser cinco, la verdad a mi ya no me importa seguir con el grupo, para eso tengo una profesión, puedo ser maestro de música en una escuela, no necesito ser famoso, mejor dicho no quiero serlo sin Junsu a mi lado, lo único que me deja seguir con eso, es el cariño que tengo por mis otros compañeros pues ellos no tuvieron la culpa y realmente quieren seguir con su sueño, aunque yo ya no tenga el mío.

-Changmin, ¿estas bien?- entro Jae a mi cuarto, yo me encontraba acostado boca arriba en mi cama, observaba el techo sin interés, gire mi cabeza para encontrar una mirada triste y dolida en la madre del grupo

-si, estoy bien, no te preocupes- el asintió no muy convencido, entro a mi cuarto y se sentó sobre la cama ahora vacía que se encontraba al lado de la mía, ya que Xiah no estaba, me había tocado dormir solo por los cinco meses que han pasado ya

-Minn, tu…¿realmente quieres seguir con esto?- mire a Jae el cual tenia la mirada fija en la cama de mi antiguo compañero, como si con eso pudiera traerlo de vuelta, me senté mirándolo, ¿Qué le respondería?, no puedo decirle que no, o mejor si le digo y talvez los otros se encuentran en la misma posición que yo en estos momentos

-si…- no podía, no podía decirle la verdad, no quería destruir su sueño, estoy seguro que si sigo aquí algún día encontrare a Junsu de nuevo

-okay, quería saber eso- se paro y me dejo solo en la habitación, este ultimo tiempo había tenido un montón de tiempo para pensar, pensaba tantas cosas, en la primera vez que vi a Junsu, creí que era lindo y hasta lo respetaba pues no solo era mas grande que yo si no que tenia mas experiencia en lo de la música, con el tiempo fue cambiando mi percepción de el pues era bastante infantil y quejumbroso, pero eso me gustaba, cada vez fueron cambiando mas mis sentimientos por el, hasta que llego el día que me di cuenta que realmente me gustaba Junsu y no saben lo asustado que estaba, intente hablarlo con alguien pero no tenia la suficiente fe de que lo entenderían por lo que decidí callar y esperar a que todo pasara, pero me equivoque, nada paso, los sentimientos por el seguían allí intactos.

-Bien chicos, mañana será su primer concierto- decía el manager mientras arreglaba todo para que fuera perfecto, habían encontrado un chico para el puesto de Junsu, aunque su voz no era muy armoniosa, bailaba bien, además nos apoyarían los de SHINEE y las SNDS, por si ocurría algo inesperado durante el concierto.

Nos encontrábamos en el concierto, los solos de cada uno iban bien, pero cuando salimos para cantar los cinco juntos, todas las cassiopeias apagaron sus luces y abuchearon al chico nuevo, aun así hicimos un esfuerzo, pero era tanta la bulla que no nos dejaron continuar, al final subieron los de SHINEE par brindarnos algo de ayuda pues la situación se nos estaba saliendo de control.

-chicas, ¿Quién quiere fanservice?- todas gritaron como locas, primero la pareja YuJae, como siempre, aunque no pudimos hacer el YooSu, me pusieron a mi con Yoochun, no me gusto mucho pero, trabajo era trabajo

-y ahora, el 2 Min- me obligaron a acercarme a Minho, aun así no quería, sentía que si Junsu viera esto se moriría, me mostré reacio todo el tiempo, bueno, hasta que Minho, harto de mi comportamiento se me lanzo al cuello y me beso, todo el estadio quedo en silencio, expectante, lo único que atine a hacer fue empujarlo y salir corriendo del lugar, me estaba sofocando, eso no era lo que yo quería, lo único que deseaba en este momento era matar a Minho pues ha sacado el único resto del beso de Junsu que me quedaba. Me encontraba caminando por las calles de Seúl, realmente no quería volver, me daba pena pensar que talvez Junsu allá visto aquello y piense que ya rehice mi vida, no solo pena, estaba asustado, que tal si lo perdía por un mal entendido, o tal vez, nunca lo tuve.

Mi caminata no acababa, tenia la pequeña ilusión de encontrarme a Junsu en algún lugar, talvez en un parque, o en una cafetería, en cualquier lugar, solo lo quiero ver una vez mas, solo lo quiero tener entre mis brazos una vez mas, solo lo quiero par mi… lo quiero para mi para siempre, que este por siempre a mi lado, no lo quiero lejos, hasta ahora no me había dado cuenta cuanto lo necesito, soy un amante loco que necesita de su droga para mantenerse cuerdo.

Llegue a las casa de los cuatro, era tarde, estaba borracho y me dolía todo, me costo mucho poder abrí la puerta pues la cerradura se movía para todas partes o quizás era yo el que se movía, realmente no lo se, la cosa es que cuando entre estaban los otros tres sentados, me miraron con pena por el estado en el cual me encontraba.

-Changmin…no puedes seguir así- mire a Jae con desdén, que sabe el como me siento, que sabe el cuanto me duele, que sabe el de tener a la persona que amas lejos, NADA, el no sabe absolutamente nada de todo eso

-no te metas- me gire para ir a mi cuarto vació y triste, pero seguía siendo mi cuarto y seguiría siendo el del también

-no le hables así, no ves que estamos preocupados por ti- mire a los tres, uno por uno, observe sus ojos, eso ojos que demostraban dolor y preocupación, no, no me importa, yo lo quiero a el, porque es tan difícil entender eso, porque el me dejo tan fácilmente, será que ahora tiene a otra persona, o tal vez esta igual que yo, autodestruyéndose…no, prefiero que este con otra persona, prefiero eso mil veces antes que verlo destruirse lentamente

-me importa bien poco- caminé hasta mi pieza y me tire pesadamente sobre la cama, me dolía todo el cuerpo, como quisiera que con un trasplante de corazón se fueran todos estos sentimiento, ojalá realmente pudiera ser así…

Desperté con la cabeza completamente destruida, me levante de la cama lentamente para no hacer el dolor mas fuerte, Salí de la habitación con rumbo a la sala, allí estaban los tres sentados, me senté frente a Yunho y Jae me trajo un café bien fuerte para que apaciguara un poco la resaca

-Changmin…estuvimos hablando ayer, los tres y, creemos que deberíamos dejar la banda- casi escupo el café, logre tragarlo a duras penas y lo mire con incredulidad

-¿por qué?- Yoochun miro al líder y sin decir palabra se paro y se fue

-porque no podemos seguir así, esto ya es demasiado, prefiero dejar la banda, puedo estudiar derecho en la universidad y punto, cada uno estudia algo y seguiríamos teniendo trabajo, pero la banda sin Junsu…no es lo mismo- los mire aun impactado, la verdad es que yo también quería dejar la banda, pero que ellos lo dijeran, que ellos fueran mas valientes que yo para aceptar aquello, me perturbaba

-yo, hace tiempo que quería dejar la banda, pero no me atreví a decírselos, mas por temor a decepcionarlos que por otra cosa- ambos me miraron comprensivamente

Preparamos todo, habíamos hablado ya con el manager y nos costo bastante convencer al presidente de la empresa para que acortara nuestro contrato, íbamos a vivir los cinco, pero con la plata que habíamos ahorrado compramos una gran casa cerca de las universidades y con un gran patio trasero junto a una gran piscina, la casa tenia siete habitaciones todas alejadas las una de las otras, habían tres en la planta baja y cuatro en el segundo piso, además tenia un subterráneo con estantes, allí pondríamos una pequeña biblioteca con muchos libros, tenia dos cocinas, cinco baños, una sala de estar súper grande y un comedor, además estaba la terraza que daba al jardín trasero, era hermosa y grande. Como sobraban habitaciones y eran grandes, esas iban a ser los escritorios, uno para el líder y Jae, otro para Yoochun y otro mío junto a Junsu, la verdad es que aun no lograba comunicarme con el pero no me daría por vencido.

Jae se metió en la universidad para estudiar arte y pintura, Yunho estudiaría leyes y Yoochun estudiaría música, yo no me metería como ya tengo mi diploma, pero iba a trabajar en una escuela que había no muy lejos, seria profesor de música y artes, aun así quería estudiar algo mas, lo malo es que aun no sabia que.

-alo-

-Junho, hola, ¿Cómo estas?-

-hola, bien ¿y tu?-

-bien también, oye…sobre Junsu, ¿sabes algo?- comencé juguetear nerviosamente con la almohada de mi cama, realmente quería alguna pista, lo que fuera

-no, aun no, lo siento- de mi boca salio un suspiro de derrota

-ya, no te preocupes, bye gracias-corte, me tire boca arriba sobre la cama, ya iba siendo hora de que me fuera, después de todo el profesor no puede llegar tarde, me bañe y arregle mi mochila, llevaba algunos papeles y trabajos para darle a los niños, después de todo, la música ayuda mucho en la vida

-¿Cómo te fue hoy Minn?- pregunto Jae mientras comíamos en la mesa, yo lo mire curioso

-bien, los niños no son tan desordenados, aunque si un tanto flojos, pero, eso se arregla- Jae sonrió complacido

-a nosotros nos toco la misma sala, así que estudiamos juntos- dijo Yoochun apuntando a Jae el cual asintió feliz

-que suerte, yo tengo que leer muchos libros y ya me dieron un trabajo, pero, me esforzare lo que mas pueda- todos asentimos, después de todo, estudiar leyes no era fácil y admiro mucho al líder por haber querido estudiar eso, estábamos terminando de comer cuando tocaron el timbre, todos nos miramos, Yunho siguió comiendo, Yoochun giro su mirada y comenzó a tomar jugo, mis ojos se fueron  Jae, pero del solo recibí una mirada dura, no me quedo de otra, tuve que ir a abrí, ¿por qué estaba tan lejos la puerta?

-si, quien…- me quede sin habla, allí, parado en la escalinata estaba Junsu con una sonrisa algo avergonzada, me miro con sorpresa

-Ho-hola Minnie- movía sus manos nervioso esperando por mi reacción, vi esa sonrisa que tanto me gustaba desaparecer siendo remplazada por una cara de dolor y lagrimas que comenzaban a bajar de sus hermosos ojos

-no, Su, no llores- tire de su manos hacia mi y lo abrase con fuerza, escondió su rostro en mi pecho y sus manos se aferraron a la espalda de mi polera

-perdón, yo no quería que ustedes….lo siento, Minnie, te amo- lo abrace fuertemente, casi queriendo fundirme con el

-no digas nada…también te amo- lo aleje y bese sus labios, ese sabor tan delicioso que había extrañado tanto, mi lengua reconocía esa húmeda cavidad reclamándola como mía, nada jamás podría tocar lo que es mío, mis manos viajaron por su espalda hasta tocar su trasero lo que lo hizo gemir en mi boca. Nos separamos con una sonrisa

-te extrañe mucho- yo sonreí y bese su mejilla, lo conduje hasta el comedor, allí los tres se pararon sorprendidos y abrazaron a Junsu con efusividad

-esto hay que celebrarlo- grito Yoochun para luego desaparecer en la cocina, llego con una botella de vino y cinco copas, Junsu intento negarse pero lo convencieron fácilmente pues acudieron a la culpa, definitivamente son unos demonios, después de haber terminado la botella, nos encontrábamos sentados en el living hablando

-y, Junsu, ¿Cómo te ganas la plata ahora?- todos lo quedamos mirando, el bajo la cabeza sonrojado, no será que…

-o por dios, ¡¡eres prostituto!!- Junsu miro a Jae con enojo y sorpresa, se paro y lo golpeo fuerte

-idiotaaaaaa, que te cree que soy- Jae se fue a esconder con Yunho el cual lo abrazo de la cintura, Junsu solo regreso a mi lado y tomo mi mano

-y ¿Qué haces?- pregunto esta vez Yoochun

-no trabajo aun, pero estoy estudiando medicina- todos lo miramos incrédulos, el, medicina, o por dios tendré a un medico como novio, eso me da muchas ideas

-wow, de esa carrera saldrás como a los 30- Junsu asintió feliz

-pero me gusta, imaginare a mi con bata y un bordado, DR. Kim Junsu, ha, que hermoso- todos comenzamos a reír

-ya, es tarde y mañana todos debemos salir temprano- Junsu se paro y tomo su chaqueta, yo tire de el haciendo que cayera sentado sobre mi

-donde crees que vas- el desvió su mirada sonrojado

-iba a mi casa- lo abrace fuerte de la cintura y bese su cuello

-te quedaras aquí, conmigo- los otros asintieron felices y comenzaron a retirarse para dejarnos solos

-va-vale pero suéltame, que debo llamar a mi hermano- no lo solté, lo tome en brazos y lo lleve hasta mi cuarto, una vez en el lo tire sobre la cama y me posicione sobre el friccionando mi cuerpo con el suyo

-¿vivías con el?- pregunte mientras besaba su cuello y mis manos lo despojaban de su polera tocando la piel que quedaba descubierta, esa suave piel

-s-si, Min haa- mi boca atendía uno de sus pezones mojándolos y erectandolos al contacto, mi mano se coló en sus pantalones tomando esa dura erección y comenzando a masturbarlo lentamente

-eres tan sexy- su cuerpo se retorcía ante mis caricias y de su boca salían gemidos y palabras incomprensibles ante tanto placer, de un momento a otro ambos estábamos sin ropa con nuestras pieles quemando por la excitación

-Junsu haa- su boca envolvió mi pene completamente, sentía su caliente lengua recorriéndolo lo mas posible y sus manos jugueteaban con la base

-te gusta, ¿cierto?- dio una última succión a la punta y luego subió a besarme, yo lo tome por la cintura cambiando las posiciones,

-me gustaría mas otra cosa- lleve tres dedos a su boca, el comprendió enseguida y comenzó a lamerlos como si siguiera con su tarea anterior, juro que podría venirme enseguida

-ya Minn- metí uno a uno los tres dedos haciendo círculos para lograr dilatarlo lo mas posible, el arqueaba su espalda cada vez que mis dedos tocaban ese exquisito punto, su cara era digna de un orgasmo, no podía mas, retire mis dedos y me posicione en su entrada entrando lentamente pues mi excitación era tanta que lo estrecho de ese orificio aria que me viniera

-mmm…Junsu, eres tan…estrecho- el se ferro a mi espalda y yo subí una de sus piernas a mi hombro mientras esperaba que su cuerpo se acostumbrara

-Minn, es tan grande y, caliente- comencé con las estocadas cada vez mas frenéticas, gemidos llenaron la habitación junto al crujido de la cama al moverse junto al vaivén de mi cuerpo

-Junsu haa, mi Junsu- mi lengua jugaba con la suya en una interminable danza en la cual los gemidos de ambos quedaban atrapados en la garganta del otro, me incrustaba cada vez mas fuerte y hondo en su pequeño cuerpo, era demasiado gratificante, el placer me invadía por completo

-Min, me voy haa- mi mano tomo su miembro comenzando a masturbarlo, se vino entre nuestros vientres, yo seguí con mis estocadas, una, dos, tres, miles escuchando los gritos de placer de Junsu, no quería venirme, quería disfrutar de nuestra unión y de Junsu bajo mi cuerpo, comencé a sentir las sacudidas del rogamos y sentí algo caliente viajar por todo mi cuerpo hasta llegar a mi pene, me vine dentro de Junsu el cual gimió de nuevo al sentirse lleno de mi esencia. Caí rendido sobre su cuerpo, el se abrazo a mi espalda, cambiando los roles, quedo sentado sobre mi, aun empalado en mi entrepierna

-te amo- me senté y lo bese, el aprovecho esto para rodear sus piernas a mi cintura

-quiero otra ronda- me miro con una sonrisa, yo solo lo bese, comenzó a cabalgar sobre mi junto a mis caderas envistiéndolo salvajemente llegando lo mas profundo posible, sus gemidos en mi oído me incitaban a ir cada vez mas rápido

-eres insaciable haa- mordió mis labios y nuestras lenguas se encontraron nuevamente, no por ultima vez esa noche.

Los rayos del sol me dieron la bienvenida cuando abrí mis ojos pesadamente, me gire pero no encontré a Junsu, en vez de eso vi una pequeña nota

“maldito pervertido por tu culpa casi no puedo caminar. Me levante temprano pues tenia que ir a la universidad a terminar un trabajo, nos vemos en la cena y si te portas bien quizás te lleve algún regalo XD.

Te amo profesor sexy

De tu doctorcillo hermoso y con cuerpo de dios, Junsu”

De mi boca salieron varias carcajadas, el se busco el dolor de su retaguardia, después de todo el me tentaba a cada rato a poseerlo de nuevo, sexy, me gusta, y el realmente tiene un trasero de dios jajaja, guarde el papel en mi velador y me fui a duchar, tenia que ser bueno con los niños, al menos por hoy así tendría a Junsu de nuevo esta noche, quizás el regalo era algún disfraz muy sexy, esperaría con ansias la cena.

FIN