Titulo: Friends
Pareja: MinSu
Advertencias: Lemmon
Extencion: Oneshot
Autor: Kiimiko
Había dos niños jugando en la plaza que estaba cerca de sus
casas, las madres de ambos eran amigas, así fue como ambos chicos uno de 4 y el
otro de 5 años terminaron jugando en aquella pequeña plaza
-Junsu, eres muy pequeño, preces más chiquito que yo- el
aludido lo miro con el ceño fruncido y los mofletes inflados por el enojo
-aun así tu eres un año menor- ambos chicos siguieron
molestándose, mejor dicho el menor, de nombre Changmin siguió molestando a
Junsu, porque, así fue como comenzó esa linda amistad
…….
Un Junsu de 6 años estaba siendo molestado en el colegio,
realmente le enojaba que eso pasase pero, nunca supo defenderse muy bien con
las palabras. Estaba al borde del llanto
-he ustedes, como se atreven a molestar a mi novia- el chico
giro su cabeza y encontró a Changmin que se dirigía hacia él y lo abrazaba
protectoramente alejándolo así de las miradas
-él no puede ser tu novia, es un chico- dijo con molestia
una de las tantas niñas que andaba tras Changmin, este ya enojado con todo tomo
entre sus manos el rostro de su hyung y le dio un pequeño beso en los labios para
abrazarlo nuevamente
-si no fuera mi novia, no debería darle besos- los demás chicos
asintieron asombrados ante sus actos. Junsu se mantenía escondido en el pecho
del menor, su rostro brillaba en rojo ante la vergüenza
-no te molestaran mas Junsu ha- Changmin sonrió ampliamente
a su hyung, este en cambio seguía algo avergonzado, aun así le devolvió la
sonrisa, si a Changmin no le afectaba el haberle dado un beso, a él tampoco
…………
Ambos chicos se encontraban en la secundaria, habían ido a
la misma escuela ya que sus padres querían a toda costa que ambos siguieran
siendo amigos. La verdad es que ambos se llevaban bastante bien, a pesar de lo
que los demás creyeran, porque era pan de todos los días ver a Changmin riéndose
y molestando a Junsu, porque el menor había agarrado esa manía de meterse con
su amigo, le era divertido y al mayor no parecía molestarle en demasía, pero,
viera a alguien que no fuera el molestando a SU Junsu, Changmin lo mataba
-he Junsu, tira la pelota, vamos- gritaba el menor alentando
a su compañero que se encontraba jugando futbol en la cancha, además de el
habían un montón de chicas, si, su hyung siempre fue muy popular entre las
niñas y ahora, por muy estúpido que sonara, tenia hasta su propio club de fans.
En cambio Changmin siempre fue reacio a las relaciones con los demás de su
curso, además de Junsu, mmm, no, Junsu era su único amigo en el colegio y, para
Changmin eso estaba bien, porque él lo había querido así, quería que todo su
mundo fuera Kim Junsu, suponía que era porque habían sido amigos desde
pequeños. Lo que mas le molestaba era que él no era todo el mundo de Junsu y
realmente le hubiera gustado serlo.
Junsu se estaba cambiando de ropa en los camerinos del
colegio, había jugado bastante bien y así ayudado al equipo, le gustaba el
futbol y también, de vez en cuando estudiar, después de todo para eso iba al
colegio
-Junsu has estado increíble- el mayor vio a Changmin
entrando por la puerta, ya no quedaba casi nadie en el lugar, como siempre
Junsu era el que mas tiempo de tomaba
-gracias Minnie- ambos chicos se sonrieron, les gustaba
pasar tiempo juntos, de hecho ya corrían rumores por el colegio, pero ninguno
de los dos les prestaba importancia. Junsu termino de cambiarse y de guardar
sus ropas en la mochila par así poder salir junto a su amigo
-Junsu, mi madre quiere que vayas a comer a mi casa- el
mayor le sonrió feliz, le encantaba la comida que preparaba la nana de Changmin
y sus padres eran agradables
-oka, vamos- salieron por las puertas dejando el colegio
atrás, iban en un silencio bastante cómodo, Junsu miraba su alrededor,
últimamente se ponía cada vez mas nervioso con la cercanía de su compañero y
sabia bien que eso no era normal, no en el por lo menos
-llegue- grito el mas alto para hacerse notar, Junsu cerro
la puerta y dejo su mochila junto a la de su compañero sobre una de las sillas
-ho joven Changmin, joven Junsu, ¿Cómo están?- pregunto
amablemente la ancianita
-bien- respondieron ambos
-me alegro vayan a su cuarto, yo preparare la comida, apenas
este lista los llamare, por cierto joven Changmin, sus padres no podrán venir a
cenar- el solo asintió y así subieron al cuarto del menor, apenas estuvieron
adentro Junsu saco un gran paquete de su mochila
-¿creíste que lo había olvidado?- el mas alto sonrió ampliamente,
sabia que su amigo jamás lo defraudaría – feliz cumpleaños Minnie- ambos chicos
se abrazaron. Changmin abrió el regalo con emoción era un libro edición
especial de Harry Potter y un pendrive de 7 GB
-el libro, se perfectamente que te gustan los de J.K Rowling
tanto como a mi, y el pendrive, lo ideal seria que lo utilizaras para el
colegio, pero como soy tu amigo se perfectamente que lo utilizaras para tus
video especiales, cochino- ambos chicos se largaron a reír, porque así era su
amistad no habían secretos
-tu también deberías verlos, te enseñarían harto- Junsu lo
miro con una ceja levantada, suponía que era como una… indirecta, pero, no, era
imposible que Changmin le hiciera ese tipo de proposiciones
-eres un adelantado, recién tienes 17-
-no importa, igual en cualquier momento, lo se
perfectamente- Y que esos ojos color chocolate lo miraran con aquella
intensidad no era buena señal, lo ponía nervioso, nuevamente
-chicos, a cenar- a ambos los había salvado la campana. Al
llegar abajo vieron una rica cena y un pastel. Changmin sonreía brillantemente,
después de todo, las personas mas importantes para el habían recordado su
cumpleaños y eso era lo que mas feliz le
hacia.
Junsu, pensaba que el menor era hasta cierto punto adorable
pero también tenia esa otra faceta, esa faceta sexy que solo el conocía y,
aunque Changmin no se daba cuenta realmente de sus actitudes, Junsu si lo
hacia, era perfecto. Definitivamente dios envió a ese alto chico junto a Junsu
para hacer que pecara, debió haber querido probar que hasta el rostro más
inocente podía ser llevado al infierno siempre y cuando apareciera su pecado
perfecto, y este tenia nombre y apellido Shim Changmin
A Changmin siempre le cautivo el cuerpo del mayor, al igual
que esa actitud tan inocente y descarada a la vez, definitivamente Kim Junsu
era la mezcla perfecta para el, era como si tuviera un destino que cumplir, era
casi imposible que por mera coincidencia se encontrara con aquel chico que
realmente se podía nombrar como su “pecado capital”
Junsu estaba camino a su casa, había disfrutado el día con
Changmin, bueno, no por nada era su amigo, todos los demás eran compañeros o
conocidos en cambio Changmin, era definitivamente su mundo y no exageraba
El mas alto llego emocionado donde su hyung, lo habían invitado
a una fiesta, grande fue su sorpresa cuando vio que a Junsu también lo habían invitado
-que bien que iremos juntos, realmente me incomodaría mucho
ir solo, aunque te digo altiro hyung, yo no bebo- Junsu se hecho a reír ante lo
dicho por su amigo
-yo se Minnie, y tu sabes perfectamente que yo tampoco bebo,
me da asco es tan amargo- ambos salieron rumbo a sus casas planeado el día,
igual se encontraban nerviosos, Junsu se daba mejor con personas extrañas, en
cambio Changmin siempre se mostraba reacio, por ende, no podía quedarse solo de
ninguna manera
Changmin y Junsu estaban en aquella fiesta, rara vez se los veía
en una, por ello ninguno sabia muy bien como comportarse, lo más fácil era
estar con el otro conversando. Todos sus compañero los miraban extraño, a Junsu
se le ocurría por qué y, como era caprichoso y siempre le gusto jugar decidió
que tal vez podría darles de que hablar. Se acercó al oído de Changmin para que
solo este lo escuchara y rodeo su cuello con sus brazos, acto al que el menor respondió
rodeando la cintura de su amigo
-¿Qué haces?- pregunto Changmin muy nervioso por la acción del
mayor
-tenia en mente un juego, es que realmente me molesta que
hablen sin saber, deberíamos mostrarles lo que quieren ver- el mas alto lo
medito un momento, no era tan mala idea, así podría hacer varias cosas a su
hyung y solo se vería como un juego
-eres un caprichoso- respondió Minn besando la parte donde
la oreja de Junsu se unía a su cuello
-no te molesta que lo sea- ambos comenzaron con un juego
inocente, besos en el rostro, roces de manos, pero ninguno de los dos estaba
satisfecho con ello y ambos lo sentían. Changmin atrajo el cuerpo del mayor
hacia si haciéndolos friccionar, ambos se encontraban muy pegados
-Junsu- fue lo último que dijo Changmin antes de dejar todo
su autocontrol de lado, mordía suavemente el cuello de Junsu, disfrutando cada
trozo de piel que saboreaba y como los suspiros de Junsu llenaban sus oídos.
Sus manos acariciaban la espalda del mas bajo logrando enviar descargas eléctricas
por todo su cuerpo, esas manos traviesas bajaban cada vez mas pero Junsu no podía
ni quería evitar que llegaran su destino
-Minnie, ha~- Junsu sentía las manos de su amigo acariciando
y apretando juguetonamente su trasero, comenzaba a sentir mucho calor y quería ir
a un lugar mas privado, pero tenia miedo de sugerirlo puesto que se suponía que
era solo un juego
-¿sabes Su?, creo que deberíamos ir a mi casa, es mas
tranquilo y hay mas privacidad- el tono utilizado por Changmin hizo que a Junsu
se le erizara la piel, su voz era profunda y su mirada cautivante. Junsu solo asintió,
así se fueron de aquella fiesta dejando murmullos a su paso, poco les importo,
en ese momento lo que mas les urgía era llegar pronto a su destino.
Entraron a la casa de Changmin entre tropezones mientras se
besaban desesperados por sentir al otro, Junsu sabia perfectamente que sus
padres no estarían y el personal se iba temprano por lo que tenían la casa para
ellos solos.
Ambos desistieron de ir a las habitaciones, les era casi
imposible mantenerse en pie, cayeron sobre la alfombra de la sala, las manos de
Changmin apresuradas quitaron las ropas que cubrían el cuerpo de su
acompañante, hizo lo mismo con las propias
-Chang, Changmin ha~~- sus manos se movían conociendo cada rincón
del cuerpo del mayor, su boca las seguía de cerca para no perder nada hasta que
llego a la dura erección de su amigo, mordió y saboreo sus muslos calientes,
todo el cuerpo de Junsu se encontraba caliente
-Junsu, eres tan sexy- el aludido no podía hacer mas que
gemir por las sensaciones en su cuerpo, pero quería mas, quería a Changmin
-Minn, por favor- el menor sabia perfectamente lo que Junsu quería,
y no tenia porque negárselo. Intento recordar unos de esos tantos videos que había
visto, lo primero era prepararlo
-date vuelta Su- Junsu lo miro algo avergonzado por lo que
le había pedido, aun así lo hizo apoyando sus manos en el sillón que se
encontraba frente a él, no tardo mucho en sentir un dedo intruso en su entrada
-Changmin, ¿Qué…-
-tranquilo Su, te dolerá menos- siguió haciendo círculos hasta
que lo encontró mas dilatado, introdujo el segundo y pronto se unió un tercero
-aquí voy~- le aviso Changmin, con ambas manos agarro las
caderas de su amigo y lo penetro lentamente, ese paraje lo exprimía mucho y era
demasiado cálido
-haa, nhg- el mayor dejo caer su rostro contra la almohada
del sillón al sentir a Minn entrar en el, era doloroso, mas que cualquier otra
cosa, aun así intento no emitir sonido pues sabia que su acompañante se asustaría
-Junsu eres muy… caliente y estrecho- el mayor enrojeció al
escuchar a su amigo, el cual comenzó con un lento vaivén para ir incrementándolo.
Los gemidos resonaban en la estancia haciendo eco en las paredes al igual que
el sonido de sus pieles al chocar
El tiempo era consumido por el placer que se entregaban
ambos cuerpos, ya sudorosos. Una ultima estocada hizo que Changmin se viniera
dentro de Junsu y este se vino unos segundo después al sentir la caliente
semilla de su amigo llenarlo. Cayeron cansados sobre la alfombra, regulando su respiración
-eres un pervertido, a puesto que este fue siempre tu plan-
le reprocho Minn a Junsu el cual lo miro incrédulo
-eres un descarado- así ambos comenzaron a pelear como siempre,
para terminar luego ordenando el desastre y viendo una película
-después de todo, resulta que si soy tu novia- rio Junsu al
recordar aquel incidente de cuando eran pequeños
-yo nunca miento- beso sus labios, esos rosas y carnosos
labios que lo volvían loco